La composición del gasto público en México indica el peso que tiene la participación del gobierno federal en determinados aspectos de la actividad económica y financiera del país. La estructura del presupuesto federal, basada en su clasificación administrativa, destaca que para 2017, de los cinco ramos que concentran las actividades realizadas por el gobierno: a) ramos autónomos, b) ramos administrativos, c) ramos generales, d) entidades sujetas a control presupuestario directo y e) empresas productivas del estado; los que tienen una participación superior a la mitad del presupuesto fueron los ramos generales que, para ese año, registraron el 55.7% del total del gasto gubernamental.

Los ramos generales comprenden dos subdivisiones una está en el gasto programable y la segunda en el gasto no programable. Este último registra los pasivos del gobierno federal a través de: deuda pública, adeudos de ejercicios fiscales anteriores, erogaciones para las operaciones y programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca, que están sujetos al pago del principal y de los intereses, y que se complementan con las participaciones a entidades federativas y municipios. Éstas dependen de los ingresos provenientes del petróleo y de otros ingresos, los pasivos anteriores y las participaciones representan el 25.4% del total del presupuesto para 2017.

El segundo rubro en importancia dentro de los ramos generales es el gasto programable, los ramos comprenden: las aportaciones a seguridad social; previsiones y aportaciones para los sistemas de educación básica, normal, tecnológica y de adultos; provisiones salariales y económicas, y el llamado ramo 33, que son aportaciones federales para entidades federativas y municipios; siendo recursos ya etiquetados en funciones de carácter social. Todo lo anterior representó para 2017 el 30.3% del total del presupuesto.

Si sumamos los dos rubros anteriores representaron el 55.7% del total del presupuesto para el 2017, y como se señaló, fue más de la mitad de las erogaciones del gobierno; el resto se distribuye en los ramos administrativos que abarcan todas las secretarias de estado que tuvieron una participación del 19% del total del gasto; el ramo de las entidades sujetas a control presupuestario directo que se integran por el IMSS y el ISSSTE que tuvieron una participación en el total del gasto del 18%, le siguieron el ramo de las empresas productivas del estado: PEMEX y la CFE con un 14% de participación. Por último, los ramos autónomos que representaron el 2.3%, donde se encuentran: el Poder Legislativo, el Poder Judicial y los organismos autónomos como el INE, INEGI, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, entre otros.

Con la anterior composición, el peso del presupuesto recaería en el pago de la deuda en sus diferentes vertientes y en una parte significativa del gasto social, si lo vemos desde el ángulo de la clasificación funcional, que se divide en tres funciones: gestión gubernamental, social y productiva, representan, con respecto al gasto total, para 2017 el 8.9, el 59 y el 32.2 por ciento respectivamente, sin embargo con este tipo de clasificación no se capta la importancia que tiene la deuda pública en el presupuesto total.

Ante las propuestas de ajuste y austeridad en el gasto es conveniente dimensionar la importancia de los principales rubros del gasto público, y un primer paso es distinguir cuál parte tiene el mayor peso en las finanzas públicas del país, para entonces, con cierto grado de certidumbre, calibrar las medidas propuestas de austeridad gubernamental.

Académico de la Facultad de Economía de la
UNAM. Centro de Análisis de Coyuntura Económica,
Política y Social, CACEPS

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