La reforma constitucional en materia educativa aprobada por las Cámaras del Congreso de la Unión que actualmente está votándose positivamente en las Legislaturas estatales, será fundamental para la construcción del nuevo proyecto de Nación, debido a su enfoque humano, social, académico, tecnológico y científico.

El objetivo es establecer un sistema educativo de excelencia que permita aprovechar el bono demográfico para combatir eficazmente la pobreza y la inseguridad, que ofrezca verdaderas oportunidades a las nuevas generaciones e impida sigan ingresando a las filas de la delincuencia. De ahí que, se propone un sistema congruente con la cultura y necesidades regionales, que coloque en el centro de las políticas públicas a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, reconociendo su interés supremo a recibir educación.

Se eleva a rango constitucional la educación inicial y se establece la obligación del Estado de impartir y garantizar la educación superior. Un mandato valiente y responsable, que da cuenta clara del entendimiento y atención de los grandes problemas nacionales.

Queda claro que, la rectoría de la educación corresponde al Estado, la cual tendrá un enfoque de derechos humanos y equidad de género; será obligatoria, universal, pública, gratuita y laica. Prevé también, la educación para adultos, así como la plurilingüe e intercultural.

Entre los propósitos de las citadas modificaciones, está detener las afectaciones laborales de las que fue víctima el magisterio, reconocer su función y contribución como agentes fundamentales para la transformación social, así como su derecho a la formación, capacitación, actualización y evaluaciones diagnósticas, eliminando las de carácter punitivo que tanto lastimaron a las y los maestros de México. En otras palabras, tienen como eje articulador la mejora continua tanto en la profesionalización magisterial como en el proceso de aprendizaje.

Estoy segura que esta reforma será la base del desarrollo de los diferentes sectores productivos del país, debido a los nuevos paradigmas sobre los que se ha diseñado. Uno de estos sectores, es el turístico, el cual se beneficiará del naciente enfoque, ya que habrá capital humano mejor capacitado, con un espíritu innovador y nacionalista.

El sector turístico, atrajo grandes inversiones a nuestro país, hasta convertirlo en una industria estratégica y prioritaria. Ahora, la reforma educativa impulsará su crecimiento y consolidación, al igual que lo hará con otros sectores económicos a lo largo y ancho del territorio nacional.

La reforma educativa, será un importante detonante del desarrollo social y económico, pero, sobre todo, será una poderosa arma que combatirá la violencia y la inseguridad.

El nuevo proyecto educativo, privilegia la implementación de programas y apoyos a estudiantes de escasos recursos, la adecuada enseñanza del idioma español y las matemáticas, las ciencias, las humanidades, la historia, la geografía, el civismo, la filosofía, la tecnología, las lenguas extranjeras e indígenas, el deporte, las artes, el respeto por la naturaleza y el cuidado al medio ambiente. Es decir, la educación será integral y de excelencia.

El gobierno actual, está poniendo pilares sólidos para desarrollar con éxito a las personas, y a las empresas, volviéndolas más productivas y competitivas; reconstruir el tejido social, a través de la promoción de la convivencia entre la escuela y la comunidad; y detonar el talento, a través del aprendizaje para el desarrollo del pensamiento crítico.

Es decir que, industrias tan importantes como la turística, tendrán más líderes nacionales, creativos, emprendedores que aprecien la riqueza natural y cultural de México. Habrá más profesionistas comprometidos consigo mismos, su entorno y sus regiones, porque desde la educación inicial recibirán una orientación humanista y de vanguardia que los preparará para la vida, alejándolos del delito, de la corrupción y de ese conformismo perverso que provoca la desigualdad.

La niñez y juventud mexicanas, ejercerán su derecho a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica, lo que propiciará su plena incorporación al mundo globalizado, sin perder su sentido de pertenencia e identidad nacional.

La industria turística en nuestro país, requiere del establecimiento de un modelo educativo de excelencia, social, democrático, incluyente, integral, progresista, con perspectiva de género, científico, tecnológico y basado en valores que impulsen el desarrollo regional y nacional. Necesita un país más seguro como el que se ha proyectado a partir del combate a la corrupción y el establecimiento de la Guardia Nacional.

El presidente de la República, ha sido acertado en su diseño institucional y legal, en atender en primer lugar las causas sociales, instrumentar un modelo educativo de excelencia y consolidar una estrategia integral de pacificación en todo el país. Todas las acciones apuntan hacia una misma meta: establecer la paz, el bienestar social y el desarrollo económico.

Paola Félix Díaz.
Activista social y Titular del Fondo Mixto
de Promoción Turística de la CDMX.
@LaraPaola1

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