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La Sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hizo que los niños de al menos dos primarias en la Ciudad de México tomaran clases en la calle para protestar por el despido de 28 profesores que en julio pasado participaron en el paro nacional magisterial en contra de la reforma educativa.

Se trata de las primarias Leonardo Bravo, localizada en Río Consulado y Calzada de los Misterios, y José López Portillo y Rojas, en la colonia Agrícola Pantitlán, donde ayer profesores y padres de familia afines a la coordinadora protestaron para demandar a la Autoridad Federal de Servicios Educativos de la Ciudad de México (AFSEDF) que reinstale a los docentes despedidos tras acumular cuatro faltas a clases por participar en movilizaciones.

Por la mañana, la Secretaría de Educación Pública (SEP) dio a conocer el cese de 28 profesores de escuelas de las delegaciones Iztacalco, Tláhuac y Cuauhtémoc, tras haber acumulado cuatro o más faltas injustificadas a sus centros de trabajo.

La autoridad educativa señaló en un comunicado que “su despido se debe exclusivamente a la aplicación de la normatividad en materia laboral y administrativa” y agregó que “serán suplidos de inmediato”, según orden de prelación, por profesores que obtuvieron su plaza en el examen de ingreso al Servicio Profesional Docente.

La escuela Leonardo Bravo es de donde se ha despedido a la mayor cantidad de maestros, con 11 docentes que desde el lunes pasado no pudieron ingresar a los planteles.

Desde las 8 de la mañana los alumnos tomaron clases en la vía pública impartidas por sus profesores, quienes fueron cesados por participar en el paro magisterial que se llevó a cabo entre el 5 y 12 de julio pasado.

Los pequeños se acomodaron en mesas plegables y se sentaron sobre sillitas de madera y plástico; algunos de ellos dibujaban apoyados sobre cajas de cartón desplegadas en la banqueta; mientras que los muros de la escuela fueron utilizados como pizarrones, donde niños y maestros pegaban dibujos y lecciones escritas en hojas.

Según lo que comentaron algunos padres de familia presentes, fueron ellos mismos quienes cerraron las instalaciones de la escuela Leonardo Bravo, en la colonia Peralvillo de la Ciudad de México. Lo hicieron en respaldo a los profesores de sus hijos, quienes fueron cesados luego de faltar a clases para participar en el paro magisterial que convocó la Sección 9 de la CNTE en la capital del país.

“A los maestros les llegó la notificación de cese y los corrieron. Nosotros como papás estamos luchando por su reincorporación inmediata a la institución porque son maestros dedicados y responsables. Toda la escuela se maneja muy bien, por eso no queremos a nadie ajeno a los que ya estaban aquí”, explicó la señora Gloria Itzel Ricardo Calderón, madre de dos alumnas del plantel.

Durante el paro, aseguró, los maestros enviaron guías para que los niños siguieran trabajando desde casa, y en las aulas ya se habían concluido los libros de texto.

“Mi niña venía de otra escuela, estaban los baños rayoneados y sucios, se caía la pintura de las paredes, nos pedían cuota, cloro. Aquí nunca nos han pedido un peso”, explicó.

Cristian García es padre soltero de dos niños que asisten a la Leonardo Bravo. La mañana del martes acudió a brindar su apoyo al director y a los docentes de sus hijos; por un lado, siente temor de que la reforma privatice la educación pública y por el otro, respalda a los profesores dado que ellos le han apoyado para la escuela de sus hijos.

Padres de familia dijeron en entrevista que no aceptarán a los profesores sustitutos que envíe la SEP.

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