En lo que va del presente año, el Instituto Nacional de Migración (INM) en el estado de Chihuahua ha atendido a 121 extranjeros menores de edad, la mayoría de ellos provenientes de países de Centroamérica.

La dependencia federal señaló en un comunicado que estos infantes fueron rescatados en distintos hechos y posteriormente se les envió, acompañados de un Oficial de Protección a la Infancia, a sus lugares de origen para reunirlos con sus familias.

Se trata de niñas, niños y adolescentes no acompañados, quienes en su mayoría son originarios de Guatemala, Honduras y El Salvador, además de otros países como Nicaragua.

Estos menores de edad, como ocurre con los adultos, dijo, tienen la intención de llegar a Estados Unidos; sus familias los mandan solos para que se reúnan con otros parientes, aún con los riesgos que esto implica.

Después que el INM los recibe en sus estaciones migratorias, los menores son canalizados al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y permanecen en un albergue de esa institución mientras se tramita que personal especializado los lleve a su lugar de origen.

El personal especializado son los Oficiales de Protección a la Infancia (OPI), que cumplen con un procedimiento de retorno asistido, dijo el delegado federal del INM en Chihuahua, Wilfrido Campbell Saavedra.

Explicó que en la Estación Migratoria de esta frontera han atendido a 70 menores en lo que va de 2016, predominando los de 10 a 17 años de edad, pero aún más los de 15 a 17 años.

En la Estación Migratoria de Janos recibieron a 32 infantes, también la mayoría con edades de entre los 15 a 17 años, en tanto que en la de Chihuahua atendieron a 19, la mayor parte de ellos con el mismo rango de edad, pero algunos entre los seis y 10 años.

De estos grupos de menores no acompañados predominan los varones, ya que sólo se dan unos cuantos casos de niñas y jovencitas.

Campbell Saavedra destacó que el INM está comprometido con la salvaguarda y atención humanitaria e integral a las niñas, niños y adolescentes que viajan no acompañados por México con la intención de llegar a Estados Unidos.

Además de ese compromiso, el Artículo 112 de la Ley de Migración señala que cuando alguna niña, niño o adolescente migrante no acompañado sea puesto a disposición del INM, queda bajo la responsabilidad de los OPI, para garantizar sus derechos humanos.

Se les canaliza al DIF para alojarlos en instalaciones más adecuadas con su edad y necesidades, en tanto se resuelve su situación migratoria y se da aviso a las autoridades consulares de su país.

Mientras se encuentran en el albergue mantienen relación constante con un OPI.

Después de que las autoridades de su respectivo país contactan a la familia y se envía la información al INM donde se confirma que ya los pueden recibir, el menor es enviado al lugar de origen, siempre acompañado por un OPI de Migración.

Este viaje se hace vía aérea, primero a la Ciudad de México y de ahí a la nación de origen. Si se trata de un niño, lo acompaña un OPI varón y si es niña la lleva una oficial mujer.

El delegado del INM dijo que cumpliendo con un procedimiento de retorno asistido, el menor es entregado a las autoridades migratorias y consulares de cada país.

Esto es, Guatemala, Honduras, El Salvador o algún otro de donde provienen, en donde los llevan con sus familias; incluso, hay casos en que los parientes también están en la recepción del menor.

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