La Iglesia Católica se opone al "matrimonio igualitario" porque las uniones entre personas del mismo sexo "generan un grave daño espiritual" y afirmó que aunque el Estado vuelva algo legal, no lo hace moral, en relación a la iniciativa presidencial que reconocería en todo el país estos enlaces.

En el artículo titulado "¿Por qué la Iglesia se opone a la iniciativa del Presidente que promueve el "matrimonio igualitario"? publicado en el semanario católico Desde la Fe, se aseguró que es falso que la Iglesia discrimine a los homosexuales, sino que no quiere que "sean utilizados como simples objetos de placer, sino que respete su inestimable dignidad de hijos del Padre Celestial.

Argumentó que el catecismo de la Iglesia Católica enseña que las relaciones homosexuales no pueden recibir aprobación pero también enseña, reconoció, que los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará todo signo de discriminación injusta".

"La identidad de un ser humano no puede ser su apetito sexual. Es ante todo, hijo de Dios, tiene dones, cualidades, es miembro de una familia, de una sociedad. Identificarse  sólo por su inclinación sexual, permitir que ésta le defina, es limitarse", sostuvo.

En la cuarta entrega de una serie de artículos sobre el "matrimonio igualitario", el semanario católico reiteró que la Iglesia Católica sólo admite el matrimonio entre un hombre y una mujer "porque así lo establece la Palabra de Dios", pues argumentó que Dios creó al ser humano para que sean fecundos y se multipliquen.

El órgano de difusión de la Iglesia Católica comentó que la Iglesia considera que la relación sexual es una "expresión de amor" entre un hombre y una mujer, la cual alcanza su plenitud dentro del matrimonio que "santifica a los cónyuges en una entrega mutua abierta a la vida"; subrayó que fuera del matrimonio la relación sexual "satisface de momento pero deja un vacío espiritual".

Refirió que los angloparlantes llaman a los heterosexuales "straight" (rectos), lo que implica que la homosexualidad  es una desviación. Destacó que todo ser humano tiene desviaciones como la avaricia, la gula, la lujuria, entre otras "y lo que necesita es que se le ayude a corregirla, no que se le propicie caer en ella", indicó.

"A quien tiene una desviación sexual, la Iglesia quiere ayudarle a controlarla, no a entregarse a ella. Que el Estado vuelva algo legal no lo hace moral. La iglesia considera pecado grave la relación sexual homosexual", afirmó.

El semanario católico subrayó que la Iglesia mira "con compasiva comprensión a los homosexuales, se preocupa por ellos y los exhorta a esforzarse a vivir en continencia y castidad, fortalecidos con la ayuda sacramental".

Aclaró que cuando el papa Francisco dijo "¿quién soy yo para criticar?", en el supuesto de que una persona gay se acercara a Dios, no significa que el pontífice argentino aprobara la relación homosexual, sino que invitaba a los homosexuales "a acercarse a Dios, y a experimentar la dicha y la paz de amoldar su vida a la divina voluntad".

jram

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