Organizaciones campesinas piden la implementación de un "plan emergente" para proteger a los productores de las altas temperaturas que se viven en el país y que afectarán las cosechas.

Rocío Miranda Pérez, Presidenta de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC) alertó que ante las elevadas temperaturas que se han registrado, es "urgente" planear acciones emergentes para los pequeños campesinos y agricultores familiares pues serán los más afectados por las altas temperaturas, las sequías y los desastres  asociados al cambio climático.

Recordó que nuestro país con más de 119 millones de mexicanos en la actualidad y una previsión de que en 2050 seremos, 150 millones, la producción de alimentos tendrá que aumentar en un 60% para poder atender a todas las nuevas bocas que alimentar por lo que la agricultura familiar debe estar protegida ante los efectos del cambio climático y enfocarse en la producción de legumbres.

Sostuvo que, según la Coordinación del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM, abril pasado fue el mes más caliente de los que se tiene registro desde 1880, con un aumento de 1.1 grados centígrados con respecto al promedio calculado entre 1951 y 1980; además, 2015 fue el año más caluroso y “2016 podría romper ese récord, de ahí la urgencia de que el Estado adopte medidas emergentes en el medio rural”.

La líder agraria aseguró que el calentamiento global puede significar pérdida de cosechas, y en los sitios más afectados, disminuyendo la administración del agua y de los alimentos, además de que se podrían registrar daños a la salud.

Por ello, recordó que no se debe olvidar que la FAO eligió "el clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también", como tema del Día Mundial de la Alimentación 2016, a celebrase el 16 de octubre, por lo que las altas temperaturas que está padeciendo el país, obligan a la autoridad a garantizar la producción de legumbres y semillas nutritivas basados en las cocinas y las culturas locales para explorar las raíces indígenas, los beneficios actuales y los sabores imperecederos.

Miranda Pérez indicó que las legumbres contribuyen a la seguridad alimentaria, la agricultura sostenible, la adaptación al cambio climático y la salud en general, pero además  son una alternativa asequible a las proteínas animales y un cultivo cada vez más importante para los pequeños campesinos”.

La presidenta de la UFIC propuso que la Sagarpa, Sedesol y Sedatu, inviertan en tecnologías limpias, amigables con el medio ambiente así como en medidas de adaptación al cambio climático ya que nuestro país, es responsable de entre 1.4 y 1.5 de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y “ello también daña la agricultura y en especial la agricultura familiar”, enfatizó.

ml

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