Bajo el esquema de evitar una crisis humanitaria, el gobierno de México decidió ayudar a decenas de cubanos para que lleguen a Estados Unidos sin problema. Desde que se dio el anuncio sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y el país vecino, decenas de cubanos comenzaron a salir de la isla para llegar a la Unión Americana por medio de los países centroamericanos y México, para acogerse a la conocida “ley de pies secos”, que permite a cualquier cubano que pise territorio estadounidense ser regularizado en su estatus migratorio.

Sin embargo, en noviembre de 2015, ante el alto número de cubanos que comenzó a cruzar por las naciones de Centroamérica, Nicaragua cerró su frontera para impedirles el paso, lo que ocasionó que unos 8 mil cubanos quedaran varados entre Costa Rica y Panamá.

Estas dos naciones junto con El Salvador, Guatemala y México firmaron un acuerdo para sacar a los cubanos y permitirles su llegada a Estados Unidos, luego de que se registrara una crisis entre los países del Sistema de Integración Centroamericana (Sica).

En su momento, Guatemala y Belice también amenazaron con cerrar sus fronteras y condicionar la apertura al paso de migrantes cubanos a que México se comprometiera por escrito que no los devolvería.

Desde el 13 de enero pasado comenzaron a llegar a México cubanos procedentes de Costa Rica, a quienes las autoridades migratorias les otorgan un documento de visitante por razones humanitarias, el cual les permite permanecer en tierra azteca por 20 días. Lo anterior, justificado en el artículo 52 de la Ley de Migración. Hasta el momento, el Instituto Nacional de Migración ha permitido que 2 mil 856 cubanos que han arribado desde el pasado 13 de enero a nuestro país crucen por territorio nacional hacia Estados Unidos.

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Desde el 5 de febrero pasado, los cubanos comenzaron a salir de Costa Rica por vía aérea con destino a Nuevo Laredo, Tamaulipas, en donde se les otorga su permiso de 20 días, pero prácticamente son dejados en la frontera con el vecino país del norte. En el caso de los cubanos varados en Panamá, comenzaron a salir vía aérea el pasado 23 de febrero, llegan a Ciudad Juárez, Chihuahua, se les otorga el permiso correspondiente y se les deja en la frontera con El Paso, Texas.

Los cubanos pagan su boleto de avión, cuyo costo oscila los 500 dólares, si viajan hasta México, y cerca de 300 dólares si el desplazamiento es a El Salvador. Aunque podría llegar a los 790 dólares vía México, y vía El Salvador a 545 dólares. Además pagan por el autobús que los lleve a la frontera con México, en el caso de los que viajan a El Salvador; y la frontera estadounidense para quienes llegan hasta el norte.

“La decisión de México de ampliar las facilidades de tránsito para esta población por razones humanitarias se basa en que los traslados hasta ahora realizados se desarrollan conforme a lo planificado y se consideró que se requiere de mayores capacidades para movilizar a los migrantes de forma más expedita”, señaló la Cancillería de Costa Rica a principios de febrero.

El subsecretario de Población, Migración y Asuntos Migratorios de la Secretaría de Gobernación, Humberto Roque Villanueva, opina que la cuestión no es tanto de acuerdos.

“El problema es en los hechos: Cuba les da permiso de salir, van a Ecuador en donde no se requiere visa y de Ecuador empiezan a trasladarse por Centroamérica, México y su meta es Estados Unidos. La mayor parte de estos cubanos tiene parientes en la Unión Americana; la ley norteamericana garantiza que en cuanto ellos pongan un pie automáticamente tienen la residencia”, dijo en entrevista.

No es que México les quiera dar un trato privilegiado a los cubanos, señala, eso lo hace Estados Unidos, y lo que hacen países como Ecuador, Costa Rica, Panamá, El Salvador, Guatemala y México, es apegarse al trato humanitario.

“México ha dicho que no se puede dar el lujo, ni Centroamérica, ni Estados Unidos, de otra crisis humanitaria del tamaño que se ha presentado en el pasado, particularmente en el tema de las niñas, niños y adolescentes”, dice.

No debe darse trato preferencial

La directora de la organización Sin Fronteras, Nancy Pérez, consideró que a pesar de que se trate de un tema humanitario, México no debe dar un trato preferencial a los cubanos, toda vez que por México es muy alto el número de migrantes que arriban principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala en busca de llegar a Estados Unidos.

“Estas facilidades no pueden ser para algunos grupos y mucho menos cuando en el contexto nacional la población que más requiere de un trato y un corredor humanitario es la del triángulo del norte [Honduras, El Salvador, Guatemala]”, manifestó.

En Costa Rica y Panamá aún quedan unos 3 mil cubanos, mismos que se prevé concluyan su salida para la primera quincena de marzo.

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