En su discurso en el Hospital Infantil “Federico Gómez”, el papa Francisco destacó la importancia de lo que llamó “cariñoterapia” que ayudan a que la vida de los pequeños con cáncer tenga “más alegría”.

“A veces una caricia ayuda tanto a recuperarse”, sostuvo el pontífice, en su visita a los niños del hospital pediátrico, donde fue recibido por la primera dama, Angélica Rivera, el secretario de Salud, José Narro, el cardenal Norberto Rivera, y directivos de las instalaciones médicas.

A su llegada, en punto de las 17:00 horas, el Obispo de Roma saludó a niñas y niños internos en el centro hospitalario, a cada uno de los cuales obsequió un rosario y de quienes recibió dibujos y cartas, mientras uno de sus colaboradores les entregaba estampas con la imagen del pontífice.

Dirigió también palabras de aliento a las niñas y niños, algunos aún de brazos, así como a familiares que los acompañaban, quienes agradecieron el gesto.

“Quiero pedirle a Dios que los bendiga, que los acompañe a ustedes y a su familia, y a quienes trabajan en esta casa y buscan que estas sonrisas permanezcan cada día”.

En un momento de su mensaje, Jorge Bergoglio también pidió a los menores cerrar lo ojos para rezar un Ave María, momentos antes de retirarse: “a los chicos les voy a pedir una cosa: cerremos los ojos y pidamos lo que nuestro corazón hoy quiera: un ratito de silencio, con los ojos cerrados, y pidamos con el corazón”.

A las 18:15 salió al hospital rumbo a la Nunciatura, no sin antes colocar una ofrenda floral en la estatua de San Agustín y regalar al Hospital un fresco sobre tabla del maestro Franco Fontanella.

* Con información de Notimex y Ruth Rodriguez

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