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Los análisis médicos realizados por peritos concluyeron que Agustín García Reyes, El Chereje, identificado como autor material de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, no fue lesionado durante su detención y traslado a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada de Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO).

Según el informe médico, Agustín García se desistió a la aplicación del Protocolo de Estambul, con lo que echa abajo el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos independientes (GIEI), que aseguró tener documentados por lo menos 17 casos de tortura, entre ellos El Chereje.

En el documento, al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, se advierte que “la persona que analizó el informe médico por parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, denota que no posee conocimientos médicos mínimos para emitir una opinión de tipo médico forense”.

En el documento del GIEI, del 6 de septiembre de 2015, se indica que García Reyes presentaba una lesión a nivel del hipocondrio izquierdo (región abdominal), “eso es totalmente erróneo, toda vez que el médico adscrito a la Secretaría de Marina señala que la lesión la produjo su esposa tres días antes y fue en el cuello”.

Al realizar la exploración médico-legal, los peritos encontraron que El Chereje tenía en total 30 lesiones, de las que 25 eran costras de entre tres y cinco días, antes de su detención, el 27 de octubre de 2015.

El integrante de Guerreros Unidos tenía tres excoriaciones que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes interpretó como nuevas, una equimosis (chupetón) con una evolución de dos a tres días previos a su detención y un eritema (enrojecimiento en la piel) que, desde el punto de vista médico, no se considera lesión.

Según el análisis médico-legal, las costras las tenía Agustín García, al igual que el chupetón que le hizo su esposa, según declaración del propio Chereje; por otra parte, la lesión en el codo derecho, pierna derecha y tobillo “son contusiones simples ocasionadas por una fricción que sí se relacionan con el momento de la detención y la lesión de muñecas se debe a las esposas que se utilizaron para su traslado”.

Los resultados de la observación médica son que después de 17 días de su detención, Agustín García no tenía ningún tipo de lesión; en conclusión, las costras no se consideran lesión sino una reparación de la piel.

“No se encuentran elementos médicos periciales que permitan determinar la existencia de lesiones que sean compatibles con lo que se describe en la investigación médico forense como tortura; se puede denotar que en el Informe Ayotzinapa, elaborado por el GIEI, en la página 426 y 428 existe una inadecuada identificación e interpretación de la lesión del nivel de cuello”, se lee.

En su declaración ministerial en las instalaciones de la SEIDO, en la Ciudad de México, El Chereje dijo que las lesiones “me las ocasioné anteriormente a ser detenido, porque en mi domicilio realizo trabajos pesados”.

En el informe médico de la Secretaría de Marina, realizado dentro de las instalaciones de la SEIDO, se indica que en el cuello se detecta una equimosis (chupetón); otro dictamen de integridad física realizado por peritos a las 00:50 horas del 28 de octubre encontraron en el cuerpo de Agustín García cinco costras hemáticas por el ojo derecho, excoriaciones en el codo derecho, cuatro costras de lado izquierdo del abdomen, 10 costras en el muslo izquierdo y una excoriación en la pierna derecha. Un chupetón en el cuello, una costra en el hombro derecho y tres costras en parte del cuello.

A las 19:00 horas del 29 se le realizó otra exploración médica con las mismas lesiones, hora y media después se le practicó otra exploración sin cambios. El 31 de octubre por la noche le realizaron otra exploración médica, el 3 de noviembre otra, para el 14 de noviembre, El Chereje no tenía lesiones.

El GIEI documentó 17 posibles casos de tortura, la PGR tiene abiertas 32 investigaciones y la CNDH radicó cuatro expedientes de queja por posible maltrato en la detención, 11 por posible detención arbitraria y 47 por la presunta comisión de actos de tortura.

En la lista que tiene el GIEI se asegura que entre los que alegan abusos y malos tratos está David Cruz Hernández, quien trabajaba en Protección Civil de Iguala y es identificado como halcón, así como Patricio Reyes Landa El Pato; Jonathan Osorio Gómez El Jhona, Agustín García Reyes El Chereje, el ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, su esposa María de Los Ángeles Pineda, y Sidronio Casarrubias Salgado, líder de Guerreros Unidos.

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