El juez de Estados Unidos Richard J. Leon aplazó hoy la sentencia "nada fácil" que tenía previsto dictar contra Alfredo Beltrán Leyva, miembro de uno de los carteles del narcotráfico más conocidos de México y al que el gobierno estadounidense reclama 10 mil millones de dólares.

"Tendremos más audiencias. Esto podría llevar dos años. Pero, no me extraña nada porque nada en este caso ha sido fácil", subrayó el magistrado Leon en una vista en la Corte del Distrito de Columbia.

El juez, visiblemente enojado, reprendió a los fiscales por haber interpuesto en las últimas semanas una petición en la que reclaman 10 mil millones de dólares a Beltrán Leyva, alias "el Mochomo", para privarle de los beneficios que supuestamente obtuvo del tráfico de miles de kilos de cocaína y metanfetaminas entre 2000 y 2012.

"No hay forma de que podamos proceder", señaló el juez, que decidió celebrar dos audiencias más, el 14 y el 15 de septiembre, para evaluar la nueva petición del Ejecutivo de EU.

En esas audiencias, según lo acordado hoy, agentes estadounidenses leerán el testimonio de cuatro testigos que se encuentran en cárceles de EU y que supuestamente pueden probar que Beltrán Leyva obtuvo al menos 10 mil millones de dólares con la venta de la droga de los territorios que controlaba.

En este punto, la defensa del narco pidió que se diferencie entre la droga que enviaba a Estados Unidos el clan de los Beltrán Leyva y la que mandaba el cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien fue arrestado el pasado 8 de enero y tiene pendiente su extradición a suelo estadounidense.

Los dos grupos formaron una fuerte alianza en la década de 1990, pero la detención en enero de 2008 de Alfredo Beltrán Leyva produjo la ruptura entre el clan familiar y el cártel de Sinaloa, encabezado por "El Chapo" e Ismael "Mayo" Zambada, a quienes los Beltrán Leyva acusaron de traición por supuestamente haber entregado a Alfredo.

El resultado de la ruptura entre las dos bandas criminales fue una violenta guerra entre ellas y el asesinato de miles de mexicanos, incluyendo políticos y numerosos policías.

"Tratar de separar los envíos va ser difícil, ver qué envío era para los Beltrán Leyva y cuál era para los del cartel de Sinaloa va a ser difícil, si no imposible", respondió el juez ante la petición de la defensa del mexicano.

Extraditado de México a Estados Unidos el 15 de noviembre de 2014, Beltrán Leyva, de 45 años, compareció hoy en la corte del Distrito de Columbia sin decir una palabra y ataviado con la vestimenta típica de presidiario de color caqui.

El Gobierno de EU pide para Beltrán Leyva un máximo de cadena perpetua y un mínimo de diez años de prisión.

Mientras, en un escrito interpuesto este mes, la defensa consideró que una sentencia de 25 años de cárcel es suficiente para el mexicano porque, aunque formaba parte del cartel que lleva sus apellidos, el líder de la organización criminal era su hermano Arturo Beltrán Leyva, fallecido en diciembre de 2009.

En todo momento, la defensa ha evitado señalar a Héctor, otro hermano, capturado en octubre de 2014 y a quien las autoridades también sitúan en la cabeza del cártel familiar.

jram

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