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Los cárteles del narcotráfico en México son una amenaza constante para el orden público y la seguridad de México, y se han convertido en los principales proveedores de marihuana, metanfetaminas y heroína de Estados Unidos, revela el informe 2015 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“Además, hay indicios de que la fabricación ilícita de metanfetamina con destino al mercado ilícito estadounidense se ha incrementado. El número de laboratorios descubiertos en México ha aumentado considerablemente desde 2008, y el volumen incautado de la droga en la frontera con Estados Unidos se ha multiplicado por tres desde 2009”, refiere el documento.

En el análisis de la región de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México), el informe indica que la marihuana es la droga que más se consume en la zona, debido a que es “muy fácil obtenerla”.

“La droga se cultiva ilícitamente en los tres países para abastecer el abuso interno y, en menor medida, es objeto de tráfico entre esos países. En Estados Unidos la abundante oferta de cannabis se debe al gran volumen de la producción ilegal interna, al contrabando a gran escala procedente de México y a la magnitud de la producción y desviación de la droga proveniente de algunos estados que permiten la producción con fines no médicos y en el marco de programas de cannabis con fines médicos”, refiere la JIFE.

En el caso de Estados Unidos, el documento explica que las autoridades de algunos estados han externado su preocupación por el tráfico del enervante que se realiza desde algunas entidades donde es legal consumir la droga.

“Las autoridades de algunos estados han denunciado un efecto indirecto en sus territorios: se desvía cannabis, para traficar, proveniente de los estados vecinos que han legalizado su uso con fines no médicos. Las autoridades de los Estados Unidos también han notificado que entre 2004 y 2011 el número de visitas a los servicios de urgencias relacionadas con el cannabis aumentó 62%”, detalla el reporte.

Trasiegan otras drogas. El documento de la JIFE indica que el crimen organizado usa túneles, contenedores de expedición y compartimentos ocultos en vehículos privados para introducir la droga a Estados Unidos.

“El aumento del contrabando de heroína mexicana y colombiana, introducida en Estados Unidos por la frontera mexicana, ha dado lugar a un cambio en las características del tráfico de heroína, y los estados occidentales del país se están convirtiendo en importantes zonas de tránsito de la droga”, señala.

En el apartado “Uso indebido y tratamiento”, la JIFE registró un aumento de enfermedades sanguíneas por el uso de drogas inyectadas.

“Según las estimaciones presentadas por el gobierno de México a la UNODC, el consumo de drogas por inyección en el país ha dado lugar a una prevalencia de la hepatitis C de hasta 96% entre quienes abusan de drogas por inyección.

“La prevalencia de esa enfermedad entre quienes se inyectan drogas también sigue siendo elevada en Canadá y Estados Unidos, donde alcanza 68% y 73%, de manera respectiva”, establece el informe de la ONU.

EU lanza reporte. A la par del informe de la JIFE, el gobierno de Estados Unidos emitió a su vez un informe en el que destaca que México es uno de los países con mayor producción de heroína, marihuana y metanfetaminas, a pesar del “activo” combate contra el narcotráfico en la actual administración federal.

Según el informe anual del Departamento de Estado sobre el narcotráfico en el mundo y que envió al Congreso estadounidense, “México es uno de los mayores productores de heroína, marihuana y metanfetaminas con destino a Estados Unidos” .

El informe destaca que México sigue siendo el país de mayor tránsito de cocaína y heroína hacia Estados Unidos, y alerta de que “los corredores marítimos y terrestres a través de Centroamérica y México siguen siendo las rutas más importantes para el tránsito de drogas entre Sudamérica y Estados Unidos.

“México continúa sus esfuerzos para desarticular o desmantelar a las organizaciones criminales transnacionales, reformar su sistema judicial y las prisiones, mejorar su policía y abordar el lavado de dinero”, destaca el Departamento de Estado, que alaba los esfuerzos del gobierno federal para debilitar al crimen organizado.

Estados Unidos destaca, no obstante, que detener el flujo de drogas dentro de México sigue siendo “un gran reto”, puesto que solamente “pequeñas cantidades” de los diferentes tipos de enervantes son interceptadas por las fuerzas mexicanas.

“El cultivo también sigue siendo un reto”, apunta el Departamento de Estado. En concreto, Estados Unidos alude al incremento de los cultivos ilegales de opio y prevé que seguirá creciendo “especialmente sin la presencia de un programa alternativo” que impida el desarrollo del opio, con el que luego se fabrica la heroína.

En el documento se destaca la colaboración en la lucha contra las drogas entre Estados Unidos y México a través de la Iniciativa Mérida, aprobada en 2008 por el Congreso y en la que las autoridades de ese país han contribuido con mil 500 millones de dólares para ayudar a las fuerzas de seguridad mexicanas en la lucha contra el narcotráfico.

El Departamento de Estado subraya la cooperación para detener a líderes del narcotráfico y ahora para extraditar a suelo estadounidense a Joaquín El Chapo Guzmán, recapturado el pasado 8 de enero tras su fuga seis meses antes del penal de máxima seguridad de El Altiplano.

Con información de EFE

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