pierre.rene@eluniversal.com.mx

La primera Conferencia de las Partes del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA) que se lleva a cabo esta semana en Cancún, Quintana Roo, deberá determinar la conformación de la secretaría ejecutiva y la sede de esta nueva institución, que forma parte de las Naciones Unidas y busca regular este negocio internacional.

La Declaración de Cancún de este evento internacional, al que se han registrado más de 600 personas provenientes de los 72 estados suscritos y 59 naciones signatarias del tratado, incluidos los exportadores principales de armas como Estados Unidos, Francia y Reino Unido, presentará decisiones financieras, operativas y prácticas para que el régimen del secretariado ejecutivo pueda funcionar.

“Se tiene que aprobar el reglamento del régimen del tratado, que dará la base jurídica para las decisiones futuras; establecer una secretaría permanente, que hasta ahora el gobierno mexicano ha ofrecido presidir la secretaría provisional y organizar las reuniones preparatorias a este encuentro; determinar la sede de este secretariado y se tomará una decisión sobre el lugar de la próxima cumbre”, dijo el embajador Jorge Lomónaco.

Entre las posibles sedes donde se ubicara la secretaría del TCA están Ginebra, Suiza; Puerto España, Trinidad y Tobago; y Viena, Austria.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el representante de México ante los organismos internacionales, con sede en Ginebra, Suiza, y quien presidió el proceso preparatorio a esta primera cumbre internacional, afirmó que la reunión en Cancún tiene la responsabilidad de poner en práctica el funcionamiento de este instrumento jurídico mediante la construcción de un andamiaje institucional y procedimental.

La adopción del Tratado sobre el Comercio de Armas representa un logro histórico, comentó, al constituir el primer instrumento internacional que establece normas comunes jurídicamente vinculantes que buscan regular las transferencias de armas convencionales, con objeto de fomentar un comercio responsable y evitar su desvío al mercado ilícito.

“Actualmente no existe una manera de medir las transacciones y el comercio de armas. Ahora, con este tratado, la comunidad internacional va a poder medir y conocer a cuánto ascienden esas importaciones y exportaciones de armas convencionales”, explicó.

El embajador destacó que en la conferencia de las partes “buscamos transparentar el comercio, cuantificarlo, pero lo más importante, detectar lo que podrían ser transferencias irregulares y prevenir el uso de las armas contra la humanidad”.

De acuerdo con la organización Coalición Armas Bajo Control, el TCA, que entró en vigor en diciembre de 2014, es el primer mecanismo en regular el comercio de armas, el cual se evalúa en 100 mil millones de dólares.

“Lo que se pretende es que, a través de un registro, los países deberán de reportar sus importaciones y exportaciones de armas de manera anual. Al hacer el balance de los reportes es posible detectar inconsistencias que pudieran reflejar transacciones irregulares. Ese es el objetivo de este tratado”, precisó Lomónaco.

El diplomático recordó que México fue uno de los primeros países en firmar y ratificar el TCA, el 3 de junio y el 25 de septiembre de 2013, respectivamente. Hasta ahora 130 naciones lo han firmado y 72 lo han ratificado.

Se felicitó por haber logrado que China, quien no firmó ni ratificó el acuerdo internacional, participe en la reunión de Cancún.

“La celebración de la primera conferencia de las partes refrenda el compromiso del gobierno mexicano con la paz y la seguridad internacionales. Y, con ello, nuestro país demuestra su confianza en la vigencia de los foros multilaterales, en particular de la ONU, al tiempo de contribuir, de manera significativa, como un actor con responsabilidad global”, expuso la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en un comunicado.

Google News

Noticias según tus intereses