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Alrededor de 25% de las armas recuperadas en México provienen de Estados Unidos, pero son fabricadas en otros países, mientras que en el caso de América Latina la cifra se ubica en 59%, concluyó un reporte de la Oficina de Latinoamerica en Washington (WOLA) y el Centro de Política de Violencia.

“El flujo de estas armas de fabricación extranjera hacia las manos de los cárteles de droga en México representa una gran amenaza para la seguridad”, señaló Clay Boggs, oficial de WOLA y quien junto con Kristen Rand son autores del reporte que se sustenta en documentos de 2008 a 2014 de cortes estadounidenses, y en el cual piden al gobierno de Barack Obama una acción ejecutiva para restringir la importación de armas semiautomáticas a EU.

Boggs afirmó que “el presidente Obama dice que ha hecho todo lo que puede para abordar el tema de las armas, pero hay un último paso que podría tomar: romper la cadena de suministro y detener el flujo de las semiautomáticos de otros países”.

Muchas de las armas traficadas a México desde Estados Unidos no son fabricadas en territorio estadounidense, en particular las variantes de AK-47, las cuales proceden de lugares como Rumania y Bulgaria, destaca el reporte de 21 páginas.

“Estos rifles son baratos, fiables y son las armas preferidas por traficantes de drogas en todo el mundo. El presidente Obama podría hacer más difícil y costoso para los criminales comprar estas armas”, explicó Rand, directora legislativa del Centro de Políticas, que tiene su sede en Washington.

Con base en datos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés), los investigadores encontraron que cerca de 25% de “las armas rastreadas en México fueron importadas a territorio estadounidense y el número podría ser quizás mayor”.

En contraste, una base de datos de acusaciones relacionadas con tráfico ilegal de armas en los registros de las cortes de Estados Unidos, compilada por el Centro de Política de Violencia, indicó que, entre 2008 y 2014, 59% de las armas relacionadas con Latinoamerica y aseguradas por autoridades estadounidenses durante el proceso de tráfico fueron importadas.

Los investigadores de WOLA hallaron que entre 2009 y 2014 —de un total de 104 mil 850 armas recuperadas en México que fueron enviadas a la ATF para su rastreo— 78 mil 684 (70%) fueron identificadas como procedentes de Estados Unidos. Información de rastreo disponible reveló que 40% de 8 mil 157 armas que fueron enviadas de Centroamérica a la ATF, también provenían de ese país.

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