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El ex presidente nacional del PAN Luis Felipe Bravo Mena afirma que su partido sí apoyaría a un candidato de izquierda.

En entrevista con EL UNIVERSAL también apoya que la candidatura presidencial emanada de un frente amplio pueda salir de la ciudadanía.

Sostiene que hoy las encuestas señalan que el partido a vencer es el PAN. Asegura que el PRI más que temerle a Andrés Manuel López Obrador le teme al panismo.

De la idea de que el PAN vaya con otros partidos, afirma que los tiempos cambian, “las urgencias de México son diferentes, hoy nos exige crear esta opción plural, que puede resultar realmente un fruto para cambiar la ruta del país y romper la inercia”.

Un frente, adelanta, debe tener cinco temas de base: consolidar e implementar el Sistema Nacional Anticorrupción, “bloqueado desde el mismo poder para que no avance”; combate a inseguridad; desarrollo con justicia social; educación con formación en valores “que no es religioso, con civismo” y una reforma política integral, pues no se puede seguir como estamos.

Bravo Mena, hoy zar anticorrupción del PAN, reconoce que es difícil que los actores políticos lleguen con altura de miras, por ello el PAN no puede descartar la construcción del un plan B que le permita recuperar la Presidencia de la República, en caso de no concretarse el frente.

¿Usted le ve futuro al Frente Amplio Opositor?

—Sí, por supuesto. El frente nace de una necesidad, no de los partidos, sino del momento político de México, porque hay un contingente numeroso, tal vez mayoritario, probablemente una masa de ciudadanos, de personas interesadas en el país que no se sienten representadas entre un autoritarismo corrupto del PRI y el autoritarismo populista como el de López Obrador.

Hay un contingente ciudadano que está buscando una opción diferente y es deber de los partidos que no están en ambos polos, de construir algo nuevo, fresco, que atraiga y satisfaga esta necesidad, entonces le veo mucho futuro, porque responde a una necesidad de la política mexicana.

¿Este frente surge de la necesidad de sacar al PRI del gobierno y que evite que AMLO llegue a la Presidencia?

—Surge de generar una opción que no represente a estos dos polos negativos a los que me he referido, por supuesto que se trata de que no lleguen a la Presidencia, pero generando una propuesta, la clave de esto está en la propuesta. No debe ser una dedicatoria, sino una propuesta de salida a los problemas de México.

La elección de 2018 va a ser el desenlace de un periodo histórico. El país lleva 30 años en reformas, comenzaron en 1985, han sido graduales, plurales, pero por haber sido lentas y no integrales cuentan con grandes contrahechuras, algunas pervertidas, por eso necesitamos hacer un alto en el camino, pero no para regresar a los treintas, sino para presentar un proyecto nuevo, con una fuerza política construida por dos actores con voluntad política, pero acompañados por los ciudadanos.

Si es solamente PAN y PRD no va a haber gran cosa, aquí lo importante es incorporar a los ciudadanos que no están en los partidos, pero que sí se identifican con esta visión de futuro de México. El componente ciudadano es el que va a garantizar que la idea de un México nuevo sea renovadora y no un reciclaje con un nuevo lenguaje.

¿Como ex presidente del PAN ve viable el frente?

—Por supuesto que lo veo viable, tiene grandes retos que resolver si se quiere consolidar la propuesta. Lo que hace posible y legítima la alianza entre dos fuerzas que han competido y que además tienen muchas diferencias, en otros temas, es que las uniones se justifican cuando hay un núcleo ético y en esta ocasión lo hay, que es sacar adelante al país con un programa no de regreso al pasado o de inercia degradante, sino de lanzar al país a una nueva etapa con las reformas que hemos hecho, pero mejorándolas.

La clave está en el programa, no en las personas, primero hay que ponerse de acuerdo de qué se trata, en temas que no sean ideológicos sino neutros, porque son problemas graves que vive el país en donde las ideologías pasan a cuarto término.

Este programa debe tener cinco temas: consolidar e implementar el Sistema Nacional Anticorrupción, porque está bloqueado y serruchado desde el mismo poder para que no avance; segundo, inseguridad, aquí no hay ideologías es un acuerdo de Estado para construir un sistema de seguridad con voluntad política; tercero, desarrollo con justicia social a través de una economía social del mercado; cuarto, educación con formación en valores que no son religiosos, con civismo; y quinto, una reforma política integral, no podemos seguir con una estructura del siglo XIX, presidencialista, caudillista y semimonárquico.

¿Quién debe ser el candidato del frente?

—Lo que tenemos que encarar es un método para llegar a él. Creo que debe ser una candidatura que encarne este espíritu de renovación, de echar a andar al país sin regresar y sin repetir lo mismo que estamos viviendo. Debe existir una coalición de gobierno que le dé esa cohesión que permita sacar adelante el programa. El reto superior una vez que tengamos el programa es definir con quién.

Ahora no traemos candidatos sólidos como en 2000. En esta ocasión hay figuras, incluso medidas, pero no están cuajadas, hay una ventana de oportunidad, ningún partido ha dicho “éste es el mío y va”, no lo hay. En el PAN traemos cinco o seis, pero no está amarrada ninguna, lo mismo sucede en el PRD.

Pero debemos invitar a ciudadanos. El PAN también debe invitar ciudadanos para enriquecer, los egos deben hacerse a un lado, me disculpan pero aquí no vamos a elegir por la chula cara de nadie, sino lo que el país necesita, si no, mejor no hacemos el esfuerzo.

¿Ve usted al PAN apoyando a un candidato de izquierda?

—Sí, claro, más si representa y se compromete con el programa adelante, aquí no hay que poner vetos. Lo que no significa que el PAN no pueda llevar a nadie, pero se debe pensar en el proyecto político superior y en su éxito. Eso no nos cuesta trabajo, hemos trabajado con ellos, siempre y cuando el interés superior sea el país.

Pero este frente tiene tiempos, no lo podemos alargar mucho o vamos a manosear mucho la idea, y si no la concretamos pronto vamos a hacer un asco. Hay que poner tiempos y término perentorio para que la definición se tome y si en esa fecha no está, entonces señores cada quien a su casa y vámonos a la competencia, y el PAN tiene con qué.

Lamento que en las corrientes de nuestros compañeros perredistas pesen más las ideologías, las fobias, los personalismos, no quiero calificar, pero llegó el momento de pensar en el país.

¿Cómo ve al PAN?

—El PAN está bien, lo dicen las encuestas, yo digo que es la fuerza a vencer. Parece mentira, pero el PRI no le teme a AMLO, le teme al PAN y Acción Nacional le teme a su capacidad de salir adelante.

El PAN puede ir solo, por eso debemos tener un plan B, porque como el frente es una construcción difícil, apela a dejar atrás personalidades, protagonismos y que pensemos en México por lo menos en una ocasión.

¿Qué lectura le da a los destapes?, hasta ahora hay cinco jugando.

—Lo veo bien, son los tiempos, es justo lo que debe suceder. Qué bueno que el partido tenga muchas opciones y de variadas características, lo cual hace muy rica la competencia. Es natural que haya tensiones, siempre en una competencia hay un moretón que no tarda más de 15 días en sanar, y espero que todo eso se supere.

¿Qué dice de la pugna Anaya-Zavala?

—Es parte de la competencia, algunos sienten que hay circunstancias que no son justas y lo reclamen en público, pero es natural, así es la historia de las contiendas internas del PAN, no nos asustemos por eso, da noticia pero es algo normal.

Muchos piden que Ricardo Anaya se defina entre la presidencia del partido y la candidatura, ¿qué piensa usted?

—Es parte de la competencia, porque cualquier competidor quiere saber con quién va a competir, es natural. Pero sí sería conveniente que cuando las normas lo permitan Anaya defina si va o no va, porque tampoco conviene dejar demasiado tiempo esta incertidumbre, porque está de por medio la institución.

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