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“¿Otra mujer?”, le preguntaban con asombro los compañeros varones en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo en el Distrito Federal a la entonces magistrada presidenta Victoria Eugenia Quiroz Pesquera, cada vez que nombraba a una nueva magistrada para integrarse a dicho órgano.

Durante su gestión al frente del Tribunal Administrativo local nombró en total a cuatro mujeres que hoy continúan en salas ordinarias y una de ellas en la sala superior.

“Así como yo llegué al Tribunal Administrativo como la única mujer, cuando tuve la oportunidad de ser presidenta nombré a cuatro mujeres más fijándome en su carrera judicial, en que habían empezado desde abajo y que requerían ser reconocidas.

“Lógicamente una se encuentra con la reticencia de los compañeros hombres quienes me decían ‘¿otra mujer?’, y yo les decía ‘apenas estamos dos o apenas somos tres’. Así, poco a poco se fueron integrando, todas ellas brillantes, que actualmente una de ellas sigue en la sala superior y las demás en salas ordinarias del tribunal. Ellas son las magistradas que yo nombré y me da mucho gusto haber podido nombrar a estas mujeres que vienen detrás de mí”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL, luego de la entrega de la Medalla al Mérito Judicial Femenino en la categoría Poder Judicial local María Cristina Salmorán de Tamayo.

En 40 años de carrera, además de desempeñarse en el Derecho Administrativo, Quiroz Pesquera también conoció de fondo la materia Familiar, llegó a convertirse en juez Tercero Familiar en el Distrito Federal, donde afirmó que aprendió a manejarse con mayor sensibilidad para atender al público usuario del juzgado que dirigía.

“Los jueces en la materia familiar deben tener vocación. Uno debe tener la sensibilidad para atender a la gente y conocer de esos casos, yo me acuerdo que las señoras que llegaban al juzgado decían que se sentían como si estuvieran en el dentista, por poner un ejemplo de lo delicado que era”, recordó.

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