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San Luis Potosí.— Tras la cancelación de la planta de Ford Motor Company que comenzaría a producir vehículos ligeros a finales de 2018, el gobierno adelantó que esa decisión pegará a la proyección de crecimiento económico de San Luis Potosí, así como a la generación de empleos y deja un gasto de casi 500 millones de pesos en la compra de terrenos que fueron donados a la armadora estadounidense.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado (Sedeco), Gustavo Puente Orozco, estimó que no habrá un crecimiento más acelerado en la economía de la entidad debido a la perdida de mil 600 millones de dólares en inversión extranjera que estaban considerados para los próximos dos años; es decir, hasta 2018, año en que Ford proyectaba lanzar la primera producción de autos de la armadora que se estaba construyendo en los polígonos 1, 2 y 3 del Parque Industrial World Trade Center (WTC) 2, ubicado en el municipio de Villa de Reyes.

De acuerdo con el funcionario, San Luis Potosí recibe anualmente entre 800 y mil millones de dólares de inversión extranjera, ya que en la entidad está instalado un clúster automotriz con empresas armadoras como General Motors, BMW y la llantera Goodyear, además de otras industrias como la química, minería, electrodomésticos, metalmecánica y alimentos.

Con la inversión considerada por el gobierno estatal con la entrada de Ford Motor Company se esperaba en 2017 y 2018 rebasar el crecimiento de 5.4% —alcanzado en 2015— del Producto Interno Bruto (PIB), algo que podría no suceder tras el retiro de la inversión de la armadora estadounidense en una de los puntos clave que pertenecen a la zona Centro-Bajío del país.

“La dinámica es muy buena, seguimos creciendo, aun sin haber firmado a Ford. Lo que nosotros proyectamos era un crecimiento más acelerado con una empresa tan importante como esa, con la proveeduría que pudiera traer, y consolidar otras que hay aquí.

“Cuando hablo de estos números es precisamente en función de una expectativa de aceleración de crecimiento; con el retiro de la inversión seguiremos creciendo como lo veníamos haciendo, pero esa es la parte lamentable, que no iremos tan rápido como con Ford”, dijo Puente Orozco.

“La política del nuevo presidente [Donald Trump] genera incertidumbre, creo que todavía los siguientes dos años habrá una incertidumbre en las negociaciones de un tratado como el de Libre Comercio. Hay incertidumbre, pero seguimos recibiendo [en San Luis Potosí] muchas empresas, tenemos a muchas sobre las que vamos a seguir haciendo anuncios”, agregó.

Fuera empleos. Aunado a la pérdida de inversión, cerca de 400 empleados que trabajaban en la construcción de la planta fueron despedidos. También se perderán los 10 mil empleos indirectos que se esperaban para la ensambladora de vehículos compactos Ford Fiesta, Ford C-Max y Ford Focus.

“Eran 2 mil 800 empleos directos y el cálculo de empleos indirectos era de 10 mil. Por supuesto que nos va a pegar, pero seguimos trabajando”, detalló.

Sobre los trabajadores que se quedaron sin empleo en la construcción de la planta, el funcionario estatal garantizó que “la gente que quiera realmente trabajar” encontrará empleo.

Devolverán terrenos. Los temas de empleo y la inversión no son los únicos problemas para la entidad, también hay un impacto por el gasto de casi 500 millones de pesos que hizo el gobierno estatal para comenzar con la compra de una parte de las 280 hectáreas de terrenos que fueron donadas a Ford.

Hace nueve meses, cuando se firmó el convenio con Ford Motor Company, el gobierno del estado donó tres polígonos que juntos suman 280 hectáreas en las que se construiría la ensambladora. EL UNIVERSAL tiene en su poder los convenios con los que se ceden los derechos de los terrenos a la compañía de Estados Unidos.

Ahora Ford Motor Company tendrá que regresar las tierras, aunque ya se realizó 20% de la construcción de la planta; los terrenos han sido escavados y ha sido instalado concreto, así como dos estructuras metálicas.

Para la compra, el gobierno de la entidad costeó 220 hectáreas a desarrolladores inmobiliarios y 60 hectáreas más fueron donadas por el municipio de Villa de Reyes.

Según el titular de Sedeco, el terreno de 220 hectáreas le costaría al gobierno mil 27 millones de pesos, pero hasta 2016 habían pagado sólo la mitad y el resto sería liquidado este año.

“Es una inversión meramente de la empresa, el compromiso del gobierno del estado fue darle un terreno con servicios, que iba costar mil 27 millones de pesos en total, pero no se acabó de pagar, quizá alcanzamos a cubrir la mitad de esa cantidad y este año se iba a cubrir el resto”, afirmó el funcionario.

Los terrenos contaban con todos los servicios, como infraestructura, energía eléctrica y agua.

Resarcir daños. Por cancelar el proyecto, Ford busca regresar el terreno y el gobierno tomará la decisión de qué hará con las 280 hectáreas.

“En dos semanas que Ford llegue será cuando sabremos qué piensan ellos con lo poco o mucho, con los cimientos que habían hecho y tendrán que regresar el terreno y ver los gastos que hicieron”, sostuvo Puente.

De acuerdo con una copia del convenio a la que EL UNIVERSAL tuvo acceso, la empresa automotriz se comprometió a que en caso de dar por terminado el contrato “deberá transferir la propiedad del terreno, incluyendo todas sus mejoras al estado y, en su caso, reembolsar aquellos gastos debidamente documentados que le hubiere pagado a la fecha en que se dio el aviso de terminación”.

El secretario de Desarrollo Económico sostuvo que en las próximas dos semanas se estarán reuniendo con los encargados de Ford para acordar un pago por los gastos del gobierno.

Gustavo Puente afirmó que es complicado que otra armadora llegue a ocupar los terrenos que dejará Ford, pues en los últimos 10 años no ha sido tan fácil que armadoras grandes quieran instalarse en México. Pero se sabe que hay empresas interesadas en el terreno abandonado.

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