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Ubicado como el precandidato más visible del PAN al gobierno de Nayarit y además cercano al PRD, Leopoldo Domínguez pide a su partido un proceso de selección interno con reglas claras, equidad, sin influencias externas, ni por designación, como en el pasado.

De paso, Domínguez extiende sus peticiones al perredismo, partido con el que durante dos años cogobernó Tepic, Nayarit, y al que solicita volver a confiar para elevar la coalición PAN-PRD, ahora a nivel estatal: “Ya lo hicimos y podemos volverlo a hacer con buenos resultados”.

Tepic, “políticamente hablando, se convierte en un referente obligado para salir a decirle a los ciudadanos que no nada más es factible gobernar en alianza, sino que las coaliciones pueden dar buenos resultados”, asegura al presumir logros de su gestión, a la que pidió licencia para dedicarse 100% a pelear la candidatura panista, y además amarrar la alianza con el PRD para los comicios de junio de 2017.

Nayarit fue la primera entidad ganada en elección por un bloque opositor PAN-PRD, en 1999, cuando triunfó su primo Antonio Echevarría. En entrevista con EL UNIVERSAL, Domínguez propone repetir la experiencia de la mano de ambos partidos.

Pidió licencia a la alcaldía de Tepic para buscar la candidatura y además en alianza con el PRD. ¿Con qué cartas cuenta para obtenerla y ganar el apoyo del sol azteca?

—Tepic es un municipio que hoy tiene un rostro diferente y es reconocido como una de las ciudades más prósperas del país. Recibimos un municipio con una deuda enorme y hoy se ha reducido más de 20%; llevamos a cabo un proyecto de obra pública de más de 700 millones de pesos y han reducido el rezago que la población reclamaba.

En lo político, Tepic tiene un gobierno de coalición PAN-PRD y hemos sabido cohabitar de manera cordial, muy coordinada, más allá de nuestras diferencias políticas. Eso, políticamente hablando, se convierte en un referente obligado para decirle a los ciudadanos que no nada más es factible gobernar en alianza, sino que las coaliciones pueden dar buenos resultados.

Nayarit tuvo un gobierno de alianza PAN-PRD (con Echevarría). Al parecer fue mal evaluado, pues el PRI arrasó la siguiente elección.

—Administrativamente fue un buen gobierno, creo que políticamente hubo algunos desaciertos que luego provocaron que en las siguientes elecciones no hubiera los resultados esperados.

Hoy, a muchos años de distancia, el contexto político indica que la población quiere un cambio y hay que ofertar un gobierno transparente y responsable, pues es un estado con niveles de desarrollo por debajo de la media nacional.

Quizá ha sido percepción, pero ha habido denuncias de corrupción y hoy es uno de los temas que más preocupan a la ciudadanía.

—Yo estoy tranquilo, el ayuntamiento de Tepic trabaja normalmente. Sí, estamos sometidos al escrutinio público; hay quienes por interés político hacen señalamientos, pero la ciudadanía tiene claro cuál es el desempeño de esa administración.

Incluso dentro del PAN ha habido señalamientos, ¿a qué lo atribuye?

—No tengo conocimiento sobre alguna denuncia formal. Habría que revisar con lupa quién hace esos señalamientos o con base en qué.

¿Está el ánimo en el PAN como para ir en alianza con el PRD?

—El PAN está trabajando para llegar fortalecido. Desde hace algunos años hay el ánimo de aliarnos de manera natural con el PRD, pero se está dialogando con otros partidos y organizaciones.

¿Qué condiciones pone el PAN? ¿Qué el candidato sea panista? Porque en el pasado se negó al PRD y a Guadalupe Acosta Naranjo la posibilidad de la coalición si el abanderado no era panista.

—Eso fue en 2011. Hoy las condiciones son diferentes.

Sólo hay un precandidato fuerte del PAN, el PRD se desdibujó...

—Sí, el único precandidato del PAN soy yo, pero no ha iniciado el proceso electoral, sino hasta el 7 de enero.

¿Está dispuesto a disputar con un perredista la candidatura?

—Sin duda. En el PRD hay ánimo y simpatía por la buena relación que hay con ellos, porque se gobernó en coalición y ven con buenos ojos que participemos y encabecemos una alianza.

Una parte importante del PRD quiere contender solo en 2017 para llegar a 2018 diferenciado del PAN. ¿Esto impedirá una coalición en Nayarit?

—Yo le apostaría a que prevalezca la serenidad. No percibo en la mayoría del PRD en el estado interés de ir separados. Veo ánimo por una alianza.

En las pasadas elecciones hubo diferendos entre el PRD nacional y el local respecto a las alianzas. Al final se impidió en Puebla, por ejemplo.

—Son momentos diferentes. No veo una intención, por lo menos en lo local, de ir separados. Sin duda, en Nayarit habrá alianza y será triunfadora.

Hay en el PRD argumentos en contra de aliarse con el PAN porque cuando ganan se sienten relegados. ¿Qué ofrece al PRD?

—¿Qué ofrezco? Lo que hicimos en el ayuntamiento. Varios del PRD fueron invitados a ser parte del gobierno y ha habido un gran trabajo. Eso les da certeza de que será igual, lo hemos demostrado con hechos.

¿Cómo están los tiempos en el PAN? ¿Qué garantías habrá de que no se designará al candidato desde el centro?

—Mientras no inicie el proceso, ha habido sólo diálogo. En otros procesos el PAN ha apostado al método de designación, de instalar una mesa política y discutir pros y contras. Lo que hemos platicado con nuestro presidente, Ricardo Anaya, es que exista, por parte de los partidos, la garantía de que el método será equitativo, de que las reglas serán claras y que tengamos la certeza de que se tomará la mejor decisión.

¿Hay garantías de que así ocurra o se perfila una situación complicada?

—Confío en que la dirigencia nacional del PAN tome la mejor decisión, que ponga en la mesa reglas claras y que se respeten. Yo estaré en la mejor disposición de debatir cuál será el mejor método y cómo tomar juntos la decisión.

¿Qué pasa si el estado es parte de una negociación? Que se diga: Estado de México, candidato de PRD; Nayarit y Coahuila, abanderados del PAN, como pasó en las alianzas PAN-PRD de 2016.

—Estaremos preparados para ese momento. Lo que percibo del PAN y del PRD es que se busca que el mejor sea el que encabece la alianza, sin ninguna influencia externa; es decir, que Nayarit no se convierta en moneda de cambio.

¿Pesará en la definición de candidatura del PAN a Nayarit a quién apoya usted para 2018? ¿Y si le ponen a decidir entre Margarita [Zavala], [Ricardo] Anaya o [Rafael] Moreno Valle?

—En mi partido eso no ha sucedido. Todos ellos respetan a la militancia y tienen civilidad. Tienen claro que primero hay que definir Nayarit; segundo, hay que ganarlo, y tercero, estaremos sentados junto con la dirigencia nacional cuando decida sobre 2018.

Para entonces tendrá que marcar su distancia con el PRD.

—El reto es consolidar una alianza para ganar Nayarit. Con el PRD hay un arreglo para que primero consolidemos 2017 y luego nos pongamos a platicar sobre 2018, no ahora. Hay quienes comentan la posibilidad de que PAN y PRD puedan ir juntos, pero no creo que en este momento sea prioritario definir en dónde vamos a estar parados en 2018.

¿Cómo ve a sus posibles contendientes, Antonio Echevarría [hijo del ex gobernador aliancista] e Hilario Ramírez, Layín, alcalde de San Blas?

—Cualquier aspirante merece mis respeto, pero los nayaritas tienen claro qué representa cada quien y quién puede responder a sus expectativas.

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