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Isabel Miranda de Wallace espera impaciente en la puerta del hotel Camino Real la llegada del presidente Enrique Peña Nieto y su equipo. Le ha preparado una sorpresa: un pastel... será la primera que lo festejará por sus 50 años.

Había concluido el foro internacional Equidad para las víctimas en el debido proceso y la empresaria le reveló la sorpresa, un minuto después puso sobre la mesa un pastel cuadrado, rojo, con la leyenda “Felicidades Presidente”.

Peña Nieto titubeó un instante pero ofreció una gran sonrisa y agradeció, dijo que era de su color favorito. Miguel Mancera y Miguel Osorio aplaudían de cerca. El senador Roberto Gil le pidió que le diera una mordida, pero se negó sonriendo. El diputado Jesús Zambrano seguía los detalles.

Entonces, Peña Nieto reveló sus deseos “a un día de llegar al quinto piso”: “tener un país que sea más seguro, donde haya una justicia real y eficaz y haya espacios de realización personal para todos los mexicanos, que a México le vaya muy bien y que entre todos los mexicanos se siga modelando el país en el que creen, el que quieren tener”.

“En el que queremos contribuir con nuestro actuar, con lo que cada uno hace en sus espacios laborales y de esfuerzo cotidiano, que realmente todo ello sirva para que nuestro país siga creciendo, siga generando oportunidades para más mexicanos, sigamos teniendo un país donde prive real y eficazmente la justicia”.

Miranda de Wallace pidió a la gente cantar Las Mañanitas y cantó, como si no hubiera otra forma de hacerlo en ese momento, bajito y sin ganas. El Presidente partió su pastel y le dio un mordisco. Hoy festejará trabajando al entregar obra viales en Tecamac y Ocoyoacac, entre ellas, la autopista Toluca-La Marquesa.

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