Guerra Abud, ratificado por mayoría como embajador en Italia

Juan José Guerra Abud fue ratificado por el Senado como embajador en Italia, con 85 votos a favor, 6 en contra y 8 abstenciones, en la última sesión del periodo ordinario, en la que también se aprobaron otros cinco embajadores y dos cónsules generales, todos por unanimidad.

Las comisiones de Relaciones Exteriores presentaron los dictámenes al pleno, en los que destacaron la capacidad de los embajadores y cónsules designados por el presidente Enrique Peña Nieto para desempeñarse en las misiones asignadas.

Aunque para Guerra Abud hubo votos en contra y en abstención, sólo se registró una intervención que descalificó su nombramiento, por parte de la senadora Layda Sansores (PT), quien relacionó la designación con una actitud de agradecimiento del presidente Enrique Peña Nieto con quien fue su primer jefe.

Al entrar al salón de sesiones a rendir protesta, Juan José Guerra Abud se detuvo al lado del escaño de Layda Sansores y la saludó, ante lo cual la senadora del PT se puso de pie, intercambió palabras con el embajador y se dieron un beso en la mejilla.

En el mismo dictamen fueron aprobados y votados por unanimidad como nuevos embajadores en Francia, Juan Manuel Gómez Robledo Verduzco, y ante Bélgica y la Unión Europea, Eloy Cantú Segovia, a favor de quienes se presentaron comentarios en los que se subrayaron los méritos de ambos.

Antes, con votaciones unánimes, el pleno senatorial probó los nombramientos como embajador ante Canadá, de Agustín García-López Loaeza, y como cónsul general en Montreal y Quebec, de Alejandro Ives Estivill Castro.

De igual forma fueron ratificados por unanimidad los nombramientos de la embajadora en Venezuela, Eréndira Araceli Paz Campos, la cónsul general en Río de Janeiro, Linda Marina Dolores Munive Temolzin, así como el embajador ante la ONU, Juan José Ignacio Gómez  Camacho.

Los embajadores y cónsules rindieron la protesta al cargo que los confirma en la misión que les asignó el presidente Enrique Peña Nieto, y podrán incorporarse a sus funciones en cuanto reciban el beneplácito del país huésped.