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Ojalá que la silla que voy a dejar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sea ocupada por otra mujer con un perfil de avanzada y que además garantice la protección de los derechos humanos, afirmó la ministra Olga Sánchez Cordero.

En entrevista, luego de participar en el Primer Encuentro Iberoamericano sobre Igualdad de Género e Impartición de Justicia, Sánchez Cordero agregó que el máximo tribunal requiere de una ministra que vele por los derechos de las mujeres, de los niños y adolescentes, así como de las personas en situación de discapacidad o de vulnerabilidad.

Por separado, la ministra Margarita Beatriz Luna Ramos expuso que sería deseable el nombramiento de una o dos mujeres como ministras, pero advirtió que la integración de la terna es una facultad exclusiva del presidente Enrique Peña Nieto.

Se trata de la primera vez que ambas ministras coinciden en la necesidad de que más mujeres lleguen a la Suprema Corte de Justicia, pronunciamientos que se suman a iniciativas ciudadanas que rechazan la integración de una terna con perfiles partidistas como los del senador con licencia, Raúl Cervantes Andrade.

Mayor sensibilidad ante problemas. En este marco, la ministra Olga Sánchez Cordero se pronunció por la designación de otra mujer para integrarse al Pleno de la Corte, debido a que su retiro —previsto para el próximo 30 de noviembre— dejaría a una sola de ellas en funciones.

“Necesitamos a una mujer ministra, pero que sea sensible a todos los problemas que enfrentan estos grupos vulnerables. Sería ideal que fueran dos mujeres, pero cuando menos es deseable que mi silla sea ocupada por otra mujer”, consideró.

Cuestionada sobre la iniciativa ciudadana Por una Corte Sin Cuotas ni Cuates, que ya entregó más de 45 mil firmas a la Presidencia de la República para respaldar su petición, Sánchez Cordero expresó su beneplácito por el “marcaje personal” de la sociedad civil a todos los ministros en activo.

“Me da mucho gusto que hoy en día la sociedad civil esté muy pendiente de los nombramientos de ministros y ministras de la Suprema Corte, es un avance importantísimo de la sociedad civil porque ahora está muy pendiente de los magistrados y existe un escrutinio público muy puntual sobre todos los que estamos en el servicio público. Los ministros y ministras de la Corte ahora tenemos un marcaje personal, por eso debemos responder adecuadamente a las demandas de la sociedad”, puntualizó.

Acompañada por juzgadoras y magistradas de todo el continente, la ministra Margarita Luna Ramos explicó que a pesar de sus deseos para que otra mujer llegue a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Poder Judicial no puede intervenir en una decisión que corresponde al Ejecutivo Federal.

“Esa es decisión del Ejecutivo y desde luego sería muy deseable, pero entendemos perfectamente bien que no está dentro de nuestra competencia”, sentenció la magistrada.

La ministra Luna Ramos agregó que como presidenta del Comité Interinstitucional de Equidad de Género, luchará hasta el último momento para que las mujeres sigan ganando espacios, destacando que “no sería deseable” que se quedara como la única ministra del Pleno de la Corte una vez que Olga Sánchez pasé a retiro en noviembre próximo.

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