Seúl.— La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, enfrenta presión para dimitir, luego de que miles de personas se manifestaron ayer en la capital para protestar por las sospechas de que la mandataria dejó que una amiga acusada de abuso de poder y fraude se inmiscuyera en asuntos de Estado.

La manifestación de ayer en el centro de Seúl fue la más grande hasta la fecha en la crisis que afecta a Park, de 64 años, y sus organizadores aseguran que reunió a unas 850 mil personas. La policía estima que fueron 260 mil.

La marcha pacífica contrastó con la violencia de algunas manifestaciones previas, dominadas por sindicatos radicales y grupos civiles que se enfrentaron con la policía.

“¡Park Geun-hye! ¡Hoy! ¡Renuncia! ¡Inmediatamente! ¡Renuncia!”, coreaban los manifestantes.

Este es el tercer fin de semana de protestas desde la primera disculpa pública de Park, el 25 de octubre, cuando admitió que había pedido consejos a su amiga Choi Soon-sil.

Choi, quien está actualmente en prisión, es la hija del ex líder de una secta y mentor de Park. La justicia surcoreana investiga si tuvo acceso a documentos secretos y, además, se le acusa de usar su relación con la presidenta para recabar donaciones para dos fundaciones suyas.

Según la emisora de radio KBS, se han planeado protestas contra la presidenta surcoreana en más de 30 ciudades, en 10 países, entre ellos Estados Unidos y Alemania.

A finales del próximo año se celebrarán elecciones presidenciales en Corea del Sur. Park, quien no puede ser reelegida, ocupará el cargo hasta finales de febrero de 2018. 

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