El sospecho arrestado tras el presunto ataque terrorista con un camión que el viernes dejó cuatro muertos en Estocolmo es un hombre de 39 años de Uzbekistán sobre el que las autoridades ya habían recibido información, se informó ayer en Suecia.

En una conferencia de prensa, la policía anunció el hallazgo de un artefacto sospechoso en la cabina del camión con el que el agresor embistió los peatones de una de las calles más frecuentada del centro de la capital sueca.

“No podemos decir por ahora (...) si es una bomba o un dispositivo inflamable”, declaró el director de la policía sueca, Dan Eliasson.

Sobre el sospechoso detenido, que las autoridades creen es el conductor del camión, el jefe de los servicios secretos (Säpo), Anders Thorn-berg, dijo que su nombre “apareció en nuestra recopilación de informaciones del pasado”, sin indicar por qué hechos estaba en los ficheros policiales. “No pudimos confirmar ninguna relación con el entorno extremista”, añadió.

Aunque los investigadores no mencionaron su motivación, la forma de proceder recuerda a la de los atentados de Niza (sureste de Francia), Berlín y Londres, reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI). La policía está investigando el teléfono celular y los perfiles en las redes sociales del detenido.

En el centro de Oslo, la policía noruega encontró ayer un “dispositivo como una bomba” y detuvo a un sospechoso. El jefe de la policía, Vidar Pedersen, confirmó que era explosivo, después de que inicialmente fuera descrito como un objeto “similar a una bomba”.

La policía hizo explotar de forma controlada el dispositivo, se informó vía Twitter.

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