Pese a que persisten múltiples escollos por retrasos en los cronogramas y otras dificultades materiales para preparar los sitios de recepción de guerrilleros, el proceso de paz en Colombia sigue avanzando.

Unos siete mil hombres y mujeres de las todavía insurgentes Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC) ya están en 26 puntos claves: 19 Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) y siete Puntos Transitorios de Normalización (PTN) de 25 municipios de 14 departamentos, donde se desarmarán, desmovilizarán y permanecerán al menos hasta el primero de junio próximo para su paulatina reintegración a la vida civil.

Las FARC iniciaron el 28 de enero pasado lo que fue su última marcha después de más de 52 años de guerra y se involucraron en 36 operaciones en las que sus tropas fueron movilizadas con armamento, enseres y mascotas, informó el gobierno colombiano. El traslado concluyó el sábado anterior.

En un recuento oficial entregado por la Presidencia de Colombia a EL UNIVERSAL con cifras finales y actualizadas del operativo, durante los traslados en las 36 rutas fue necesario contar con unos mil 370 camiones, autobuses y otros vehículos automotores de transporte terrestre, 35 mulas de carga, 10 tractores, 100 lanchas, 20 ambulancias y al menos 25 mil raciones de alimentos.

Una de las peculiaridades del proceso es que por los remotos y complicados trillos de las montañas y selvas colombianas, 152 guerrilleras de las FARC avanzaron hacia la paz en una situación singular: 87 embarazadas y 65 madres lactantes.

La operación se realizó en medio del cese al fuego y el fin de hostilidades bélicas bilaterales decretado el 29 de agosto de 2016 por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC, que están en proceso de pasar de guerrilla a partido político legal.

El Alto Comisionado para la Paz del gobierno de Colombia, Sergio Jaramillo, reconoció que “hemos tenido dificultades de diferente tipo”.

Las FARC denunciaron públicamente en las últimas semanas que cumplieron con su “marcha inexorable” hacia las ZVTN a pesar de adversidades como el retraso reiterado del gobierno en la adecuación de las áreas, abastecimiento de alimentos y la persistente amenaza de fuerzas paramilitares.

No obstante, las FARC también adujeron que su compromiso con Colombia “va por encima de las dificultades”.

Santos y las FARC firmaron el 24 de noviembre pasado, en Bogotá, un segundo acuerdo con cambios a una primera versión que rubricaron el 26 de septiembre anterior en Cartagena y que fue vencida en un plebiscito el 2 de octubre anterior.

El pacto definió los más variados pasos socioeconómicos para la paz y cronogramas de reinserción social y política mediante verificación del gobierno, de las FARC y de organismos internacionales, con amnistía y otros instrumentos legislativos y judiciales.

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