Viena.— El candidato de izquierda Alexander Van der Bellen venció ayer a su rival de derecha en las elecciones presidenciales de Austria, un triunfo bien recibido por los políticos moderados de toda Europa como un golpe en contra de las fuerzas populistas que buscan debilitar a la Unión Europea.

Con todos los votos contabilizados, con excepción de las ausencias, Van der Bellen contaba con 51.68% de las preferencias por 48.32% de Norbert Hofer. Pero los encuestadores predijeron un resultado final de 53.3% a 46.7% en favor de Van der Bellen. El conteo final de los comicios podría anunciarse mañana como fecha más próxima.

Aunque la presidencia austriaca es un puesto en gran parte simbólico, había generado atención en toda Europa como la próxima victoria del populismo luego de que Donald Trump ganara los comicios en Estados Unidos y Reino Unido votara por dejar a la Unión Europea.

“Lo que suceda hoy aquí tiene relevancia en toda Europa”, declaró Van der Bellen al momento de votar, resaltando posteriormente que su triunfo demostró que sus votantes respaldaron su mensaje de “libertad, igualdad y solidaridad”.

Van der Bellen dijo que su triunfo “es una señal de que mis posiciones proeuropeas son compartidas por la mayoría de los votantes”.

Señaló que trabajará para unir a un país profundamente dividido entre los liberales moderados que votaron por él y los seguidores de Hofer y el antimigratorio Partido Liberal de Austria (FPÖ).

“Desde el principio voy a atender las preocupaciones y miedos de la gente que no me ha votado. Preocupaciones por el desempleo, por los hijos y por la seguridad de las pensiones”, prometió el ganador. También destacó la alta participación (de entre 74% y 75%).

El ultranacionalista Hofer reconoció su derrota y felicitó a Van der Bellen por su victoria. “Queridos amigos. Les doy las gracias, me apoyaron de forma maravillosa y estoy infinitamente triste de que no haya funcionado esta vez. Me hubiese encantado cuidar de nuestra Austria”, agregó.

El jefe del ultranacionalista y populista FPÖ, Heinz-Christian Strache, aseguró que hubo “una campaña masiva del sistema” en contra de Hofer. “No puede ser que 46% o 47% de la población esté relacionada con el régimen criminal [los nazis]. Esto tiene que acabar”, dijo el jefe del FPÖ sobre el supuesto extremismo de su partido, que tiene sus orígenes precisamente en el nazismo.

Strache destacó que su partido no va a impugnar esta vez las elecciones, como hizo en mayo pasado, lo que forzó una repetición de los comicios.

La jefa de Los Verdes, Eva Glawischnig, el partido que el ganador Van der Bellen dirigió durante años, habló de un “día histórico”, tras conocer los resultados.

Los poderosos políticos populistas euroescépticos que enfrentan elecciones el año entrante en otras naciones de la Unión Europea restaron importancia a la derrota de Hofer como un traspié temporal. Marine Le Pen, eurodiputada y líder del ultraderechista Frente Nacional (FN) francés, destacó la valentía del partido ultranacionalista, y auguró que la victoria para ellos llegará en las elecciones de 2018.

El resultado fue visto con alivio y felicitaciones por parte de los políticos convencionales. El mandatario francés Francois Hollande declaró que los austriacos “eligieron a Europa y la apertura”.

El vicecanciller Sigmar Gabriel, quien encabeza el Partido Socialdemócrata de Alemania, de centro izquierda, declaró al diario Bild que “se levantó un peso de la mente de toda Europa”.

Declaró que el resultado fue “una clara victoria al sentido común en contra del populismo de derecha”.

El canciller austriaco Christian Kern señaló que Van der Bellen “representará a Austria de manera local y en el extranjero de excelente manera”, una referencia a los temores de los políticos establecidos de que una victoria de Hofer, cuyo Partido Libertad —de postura antimigratoria y que ha criticado a la Unión Europea— perjudicaría la imagen de Austria.

Van der Bellen es liberal, de centro-izquierda y en favor de la Unión Europea. Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, dijo que el triunfo significa una derrota para “el populismo antieuropeo”. Políticos de la derecha populista de Francia, Alemania, Bélgica y Holanda, entre otros países, desearon suerte a Hofer, entre ellos el holandés, Geert Wilders, o el portavoz de Alternativa para Alemania (AfD), Christian Luth.

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