El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nominó ayer a Peter Navarro, un crítico de China, como asesor comercial y director de una nueva dependencia, el Consejo Nacional de Comercio.

En un comunicado, Trump señaló que Navarro, de 67 años, fungirá como director de políticas industriales y de comercio, y además será su asistente en temas comerciales.

Autor de libros como Death by China (Muerte por China) y Crouching Tiger: What China’s Militarism Means for the World (China al acecho: lo que el militarismo chino significa para el mundo), Navarro promueve la idea de que el gigante asiático está en guerra comercial con Estados Unidos.

El equipo de transición señaló que Navarro es un “economista visionario que desarrollará políticas comerciales que reducirán el déficit comercial, expandirán nuestro crecimiento y ayudarán a detener el éxodo de empleos de nuestro territorio”.

Según Trump, Navarro ha documentado “el daño infligido a los trabajadores estadunidenses por la globalización”.

En otro nombramiento, el magnate designó al multimillonario Carl Icahn asesor especial presidencial para asuntos relacionados con la reforma regulatoria.

En un comunicado, Trump indicó que Icahn “no sólo es un negociador brillante, sino alguien con una capacidad innata para predecir el futuro, especialmente en lo que tiene que ver con las finanzas y las economías”.

Trump consideró que la ayuda de Icahn será clave a la hora de enfrentarse a las “regulaciones que ahogan” a Estados Unidos.

Boeing promete bajar costos del Air Force One. Donald Trump y el director ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, discutieron ayer el precio del nuevo avión presidencial, luego de que el mandatario electo criticara los altos costos y amenazara con frenar el encargo del próximo Air Force One.

Boeing está enfocado en “ofrecer el mejor servicio, garantizar la seguridad del presidente, proteger la seguridad nacional, todo en un modo que resulte accesible”, dijo Muilenburg tras el encuentro entre ambos en el complejo turístico de Trump, Mar-a-Lago, en Palm Beach, donde el magnate pasará las festividades de fin de año.

Muilenberg prometió a Trump que el nuevo avión “costará menos de 4 mil millones de dólares”, cifra que el futuro presidente había cuestionado a través de su cuenta de Twitter.

“Boeing está construyendo un nuevo 747 Air Force One para futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4 mil millones. ¡Cancelen la orden!”, escribió Trump a principios de mes.

La Fuerza Aérea estadounidense había anunciado que Boeing iba a construir una nueva flota de dos aviones 747-8 modificados para uso presidencial a partir de 2024, al agotarse la vida útil de la flota actual.

Trump también se reunió ayer con Marillyn Hewson, presidente ejecutivo de Lockheed Martin Corp, con quien abordó el tema de bajar los costos de los aviones F-35.

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