Washington.— Fuera del “show” en el que se ha convertido la designación de cargos para el gabinete, Trump volvió a enfrascarse ayer en una polémica. Sin motivo aparente más allá de un hecho aislado, el magnate tuiteó que quemar banderas de Estados Unidos debería conllevar “consecuencias” como la pérdida de la la ciudadanía o “un año de cárcel”.

La declaración de Trump es una amenaza directa la libertad de expresión. En 1989, en un caso conocido como “Texas vs Johnson”, la Corte Suprema determinó, por cinco votos contra cuatro, que la quema de la bandera era una forma de “discurso simbólico” protegido por la Primera Enmienda, que garantiza la libertad de expresión.

En el caso en cuestión, Gregory Johnson había sido acusado por una corte en Texas por haber violado una ley estatal que prohibía la “profanación de un objeto venerad”, como una bandera. Un año después, en otro caso, “Estados Unidos vs. Eichman”, el máximo tribunal reafirmó el derecho de quemar la bandera, al determinar que el Acta de 1989 de Protección a la Bandera —aprobada por el Congreso en respuesta al caso Johnson— era inconstitucional.

El desafío a la libertad de expresión se une a las amenazas contra los medios de comunicación de vetarlos o de llevar a los periodistas a juicio en caso de que una información no sea de su agrado, además de inmiscuirse en un terreno judicial fuera de su alcance como presidente electo.

“No se debería permitir a nadie quemar la bandera estadounidense —si lo hacen, debería haber consecuencias— quizá la pérdida de la ciudadanía o un año en la cárcel”, afirmó Trump en el que se ha convertido en su medio favorito de comunicación. Los medios estadounidenses apuntaron a la posibilidad de que se refiriera a la reciente quema de una bandera en una universidad de Amherst, en Massachusetts, el pasado 10 de noviembre como parte de una protesta estudiantil tras su victoria electoral en las elecciones del día 8 del mismo mes.

Steve Vladeck, analista de CNN y profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad de Texas, dijo a la cadena que la sugerencia de expatriar a los ciudadanos que quemen la bandera de EU tampoco es viable. “Además de ignorar la clara instrucción de la Suprema Corte de que quemar la bandera es un discurso protegido por la Constitución, el tuit de Trump sugiere que los ciudadanos deberían perder la ciudadanía como ‘penalización por tales actos’. Incluso si quemar la bandera no fuera un acto protegido por la ley, sería inconstitucional privar a alguien de la ciudadanía sin que exista de por medio un acto voluntario de parte de esa persona para renunciar a su promesa de lealtad a Estados Unidos o su promesa de lealtad a un país soberano”, explicó.

Jason Miller, vocero de Trump, al ser cuestionado respecto a las declaraciones de Trump y lo que señala la ley. aseguró que “quemar una bandera debería ser ilegal”. Subrayó que si bien el ganador de las presidenciales “es un firme defensor de la Primera Enmienda, existe una gran diferencia entre eso y quemar la bandera estadounidense”.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se desmarcó de Trump. “La Suprema Corte ha determinado que esa actividad es un derecho protegido por la Primera Enmienda, una forma de discurso desagradable”, dijo, citado por el portal The Huffington Post. “Y en este país tenemos una larga tradición de respetar los discursos desagradables. Sucede que yo respaldo la decisión de la Suprema Corte al respecto”, añadió.

En 2006, McConnell se opuso a una propuesta para prohibir la “profanación física de la bandera de EU”.

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