Washington.— El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, dijo ayer que ha pedido a sus aliados turcos y de las fuerzas kurdosirias que eviten enfrentarse y respeten sus áreas de influencia en Siria, dando prioridad a la lucha contra el Estado Islámico (EI).

“Hemos pedido que no se ataquen entre ellos, que no se enfrenten y se retiren a las zonas de sus compromisos geográficos. Esa es la base de nuestro entendimiento”, explicó Carter en una rueda de prensa conjunta con su homólogo indio, Manohar Parrikar, en el Pentágono.

El secretario de Defensa aseguró que entienden los recelos de Turquía, aliado de la OTAN, por la presencia de miembros de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) en zonas cercanas a la fronteras, especialmente en Manbij o las cercanías de Jarablus.

Turquía, que ha iniciado una ofensiva terrestre en Siria quiere evitar que las milicias kurdosirias dentro del FSD, cercanas al Partido de los Trabajadores Kurdo (PKK) (considerado terrorista por Ankara), tomen posiciones en zonas cercanas a su frontera al este del río Éufrates.

El FSD ha sido un aliado clave de los estadounidenses para arrebatar terreno en Siria al EI y consolidar el impacto de los ataques aéreos contra los yihadistas en plazas como Manbij y en un futuro en Al-Raqa, bastión sirio y capital de facto del EI.

“Entendemos las objeciones históricas y prácticas de Turquía por las facciones del YPG en el FSD. Ellos entienden que nuestra prioridad es trabajar con el FSD para combatir al EI”, aseveró Carter.

“Debemos clarificar dónde se encuentran los elementos del FSD”, apuntó Carter, quien pidió tener claro que la prioridad y el interés común de todas las partes es acabar con el EI. Carter reiteró que el acuerdo es que las facciones del YPG dentro del FSD se desplacen al este del Éufrates, manteniéndose así lejos de una zona que Turquía considera estratégica cerca de su frontera y lejos de las posiciones turcas en la localidad de Jarablus.

Los combatientes del Consejo Militar de la población siria de Jarablus, en el que figuran fuerzas kurdas, se retiraron ayer de las afueras de esa localidad para evitar que las fuerzas turcas y facciones armadas sirias aliadas ataquen a los habitantes civiles.

“El Consejo Militar de Jarablus anuncia su retirada al sur del río Sayur, para preservar la vida de los civiles y para que no haya ninguna excusa para la continuación de los bombardeos contra las aldeas y la población”, precisó en un comunicado.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó ayer que las fuerzas turcas y los rebeldes sirios aliados han conseguido tomar el control en el norte de la provincia de Aleppo de un total de 21 pueblos desde el pasado 25 de agosto, que anteriormente estaban en manos de los Consejos Militares de Jarablus y Manbij.

Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, anunció que la operación militar seguirá hasta que se haya eliminado cualquier amenaza.

Entretanto, ayer se informó que el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá con Erdogan, su par turco, antes de la cumbre del G-20 del fin de semana en China. Obama quiere discutir el reciente intento de golpe de Estado en Turquía, “así como nuestra campaña contra el Estado Islámico y nuestros esfuerzos para promover la estabilidad en Siria y responder a la crisis de refugiados”, dijo el asesor de Seguridad Nacional Ben Rhodes.

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