Washington.— La iniciativa de Barack Obama de proteger a millones de inmigrantes de ser deportados y darles permisos de trabajo fracasó cuando la votación sobre el tema en la Suprema Corte quedó en un empate. Cuatro jueces se manifestaron en favor del plan y otros cuatro en contra, lo que anula el proyecto al menos durante la actual presidencia. Obama dijo que no intentará aprobar más medidas y que ahora le corresponde al Congreso actuar sobre este asunto.

El fallo se produce siete meses antes del final del mandato de Obama y representa el logro más reciente de sus adversarios republicanos que han frustrado una de las iniciativas más ambiciosas del presidente demócrata. También mantiene a la inmigración como un tema álgido en el debate para las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.

La decisión deja en vigencia el dictamen del tribunal federal de apelaciones de Nueva Orleans, que había dicho que el gobierno no tenía la autoridad de aprobar esos decretos migratorios sin la aprobación del Congreso. Texas lideró un grupo de 26 estados con gobiernos republicanos que demandaron a la administración federal en torno a la iniciativa anunciada en noviembre de 2014. Los republicanos en el Congreso también apoyaron la demanda.

El plan incluye protecciones a los padres de niños que están legalmente en el país (DAPA) y una ampliación del programa que ampara a gente que fue traída a la nación cuando eran menores (DACA). Obama aprobó el proyecto luego de que los republicanos obtuvieron el control del Senado en las elecciones de 2014 y disminuyeron aún más las probabilidades de que el Legislativo apruebe una reforma migratoria.

“Hemos llegado lo más lejos que hemos podido en este tema. He llegado al límite de mi capacidad ejecutiva. Necesitamos que el Congreso actúe”, dijo ayer Obama. Admitió que el Congreso, controlado por los republicanos, “obviamente no va a aprobar” una reforma migratoria. En las presidenciales de noviembre, los votantes van a tener que decidir “si valoran a las familias y quieren mantenerlas unidas”, aseveró, tras advertir que la decisión de la Corte “nos aleja del país al que aspiramos ser”.

Los líderes republicanos celebraron el empate en la Suprema Corte. “Es una victoria en nuestra lucha para restaurar la separación de poderes. El presidente no escribe las leyes, es el Congreso el que las escribe”, aseguró el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, en conferencia de prensa.

Donald Trump, virtual candidato republicano a la Casa Blanca, afirmó que “es hora de proteger” a Estados Unidos. En opinión del magnate, el empate en la Suprema Corte sirvió para “bloquear una de las acciones más inconstitucionales tomadas nunca por un presidente” y que hace que los estadounidenses “estemos menos seguros”.

La comunidad latina recibió “devastada” la decisión del tribunal. “Cinco millones de familias van a tener que sufrir lo que yo sufrí en la universidad cuando deportaron a mi familia”, dijo Catalina Velasquez, directora de Young People For. Otras organizaciones, como la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC), instaron a los hispanos a apoyar a los candidatos que impulsan una reforma migratoria.

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