Caracas.— Las protestas por alimentos en Venezuela dejaron ayer una nueva víctima, con lo que ascienden a cuatro los fallecidos en las últimas dos semanas, en momentos en que el presidente Nicolás Maduro ha invitado a la oposición a sentarse a dialogar para atender los problemas que atraviesa el país.

El estado Mérida, en el occidente del país, fue escenario de saqueos de comercios después de que vecinos de la población de Lagunillas protestaron al no lograr comprar leche, una situación que se ha repetido en los últimos días en varias zonas del país. Carlos Paparoni, diputado de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) por el estado Mérida, indicó en un comunicado que en el hecho murió Jean Paul Omaña, de 17 años.

Las manifestaciones tuvieron lugar un día después de los disturbios ocurridos el martes en la ciudad de Cumaná, la capital de Sucre, en los que fueron detenidas unas 400 personas, según informó ayer el gobernador de la entidad, Luis Lacaña.

“Tenemos detenidas personas que fueron tomadas saliendo de establecimientos con productos y con cosas, y ahí se les detuvo y están siendo revisados en este momento por la fiscalía, por un fiscal especial”, afirmó Lacaña al canal privado Globovisión. Varios de ellos son menores de edad, indicó el gobernador, quien no precisó el número exacto de detenidos.

Al grito de “queremos comida”, venezolanos han irrumpido en supermercados o tomado las calles para protestar durante las últimas semanas. El desabasto también afecta al sector salud, donde al menos 872 tipos de medicamentos no se consiguen, lo que llevó ayer a Lilian Tintori, esposa del encarcelado líder opositor Leopoldo López, a insistir en la necesidad de que se habilite un “canal humanitario” en el país para permitir la entrada de materiales médicos para atender lo que llamó “crisis humanitaria en salud”.

En este contexto, decenas de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV) salieron ayer a protestar en la principal autopista de Caracas después de que Miguel López, alumno de la facultad de Ingeniería, fuera víctima de un delincuente que le disparó en la cabeza. El joven se encuentra estable. Los estudiantes exigieron a las autoridades más seguridad en el campus que, aseguran, es vulnerable por la falta de presupuesto que obligó a reducir al mínimo la inversión en vigilancia.

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