Autodenominados “asistentes a los refugiados” sembraron el caos entre los migrantes en Grecia, informaron ayer varias fuentes. Cuando unos 200 migrantes debían ser llevados la noche del miércoles en una embarcación de Quíos a un mejor alojamiento en Leros, los activistas extranjeros comenzaron a gritar a los refugiados que en realidad serían llevados de regreso a Turquía y les recomendaron huir. Dos de los siete “asistentes”, que venían en su mayoría de Reino Unido y Alemania, fueron detenidos y sólo 39 personas fueron trasladadas finalmente a Leros.