Los precandidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders se lanzaron anoche duros ataques en el debate celebrado en Brooklyn en vísperas de las primarias clave de Nueva York, la próxima semana.

En busca de atraer votos, Hillary acusó al senador por Vermont de ser demasiado “amigable” con el poderoso lobby de las armas y con los fabricantes de éstas. Sanders no pudo contener la risa cuando la ex secretaria de Estado subrayó que Vermont es la fuente per cápita más grande de armas utilizadas en delitos en Nueva York, a lo que ella respondió: “No es un tema para reírse”.

El dardo lanzado por Hillary tiene particular relevancia en Nueva York, conocido por sus índices de delincuencia y donde recientemente ha habido protestas en contra el libre uso de armas.

Pero Sanders no quiso quedarse atrás y recordó que en el pasado ella defendió la aplicación de sentencias más largas a los criminales, lo que se ha traducido en un incremento de encarcelamientos de afroestadounidenses, algo que Hillary reconoció. Luego, se disculpó por “las consecuencias no intencionales” de sus políticas previas.

El debate, transmitido por la cadena CNN, se efectuó a días de las primarias de Nueva York, de donde Clinton fue senadora durante ocho años y en el que se disputa uno de los “premios gordos” de la campaña: 247 delegados.

Por su parte, los republicanos Donald Trump, Ted Cruz y John Kasich hablaron sucesivamente en un acto del Partido Republicano en el mismo estado y luego los dos últimos participaron en programas nocturnos de televisión.

Los aspirantes han recorrido Nueva York durante varios días, con actos y mezclándose con la gente en diversos locales, pero ayer fue una de las últimas oportunidades de llevar su mensaje a grandes cantidades de votantes.

Clinton y Trump, los favoritos, esperan que los resultados en el estado les permitan alejarse definitivamente de sus rivales para lanzarse a la campaña electoral propiamente dicha. Las encuestas les dan amplia ventaja.

Trump, nativo del barrio de Queens, hizo fortuna en el mercado inmobiliario de Nueva York y reside en un apartamento lujoso en el edificio que lleva su nombre en pleno Manhattan.

Sanders, nacido en Brooklyn, también ha destacado sus raíces locales. Aunque viene de ganar una serie de primarias y asambleas partidarias, éstas no le han permitido cerrar la brecha en cuanto a número de delegados y necesita con desesperación una victoria amplia en las primarias del martes. Por eso, la noche del miércoles, en un mitin en el que reunió a 27 mil personas, según su campaña, criticó duramente a Clinton y su cercanía con Wall Street, y llamó a crear “una revolución política”.

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