Trabajadores argentinos se concentraron hoy en varias ciudades del país convocados por los sindicatos para protestar contra los despidos en el sector público, el impuesto a las ganancias y la ausencia de un salario mínimo acorde a la realidad económica actual.

Las movilizaciones, organizadas por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y a la que se adhirieron otras organizaciones sindicales y sociales -sobre todo vinculadas al sector público-, coincidieron con el paro de 48 horas que iniciaron hoy los trabajadores públicos de la provincia de Buenos Aires.

La concentración principal arrancó en la Casa de la Provincia de Buenos Aires de la capital argentina de mano de los sindicatos bonaerenses, que sobre las 12.30 (15.30 GMT) marcharon hacia la sede del Congreso para reunirse con otros trabajadores y organizaciones sociales y sindicales de todo el país.

Dotadas con tambores, innumerables pancartas y banderas, y alguno que otro petardo, cerca de 1.000 personas pidieron un aumento salarial que compense la elevada inflación del país, el fin de los despidos en el sector público y el privado, la eliminación del impuesto a las ganancias y la reactivación de la negociación paritaria.

"Lo que buscamos es que el Gobierno entienda que tiene que modificar la estrategia de cara a la negociación salarial", declaró a Efe el secretario general de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), Pablo Abramovich, en medio de la protesta que provocó cortes en algunos tramos de las calles aledañas al Congreso.

Asimismo, acusó al gobierno de Mauricio Macri de no tener "conciencia" del "coste político" que asume y del "daño" que produce un Estado "paralizado" que no se reúne con los gremios ni atiende las "necesidades reales" de los trabajadores.

En declaraciones a Efe, el secretario gremial de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) bonaerenses, César Baliña, criticó la reforma del impuesto a las ganancias porque afecta a todavía "más trabajadores".

"El salario no es ganancia y no tendría que existir ese impuesto. Le tendría que salir a cobrar a los grandes grupos concentrados económicos", aseveró.

Otro de los principales reclamos giró en torno a la "devaluación del salario", ya que, según Abramovich, "no es suficiente" para cubrir la canasta familiar básica, que ronda los 16.000 pesos (unos 1.000 dólares), mientras que el sueldo mínimo es de 6.000 (400 dólares).

Ataviados con sus batas, los profesionales de la salud pública también se hicieron notar durante la marcha, como fue el caso de Marta Fernández, trabajadora social del hospital neuropsiquiátrico José Estévez, provincia de Buenos Aires, que denunció que los gobiernos no se hacen cargo de la salud pública, tanto a nivel nacional como regional.

A su juicio, esto ha supuesto que los hospitales se encuentren en un "estado lamentable" y falte personal, profesionales y medicación.

Para Fernández, los sindicatos y los trabajadores están más unidos que antes porque es "el inicio de la lucha" y este año deberán enfrentarse a una "pelea grande" para "ganar la calle" y "poder pelear" por los derechos de los trabajadores.

Por su parte, Baliña rechazó los despidos y la "precarización" del empleo público que puso en marcha el gobierno anterior y sobre la que ha avanzado el actual, que, además, los "estigmatizó" al acusarlos de ser "ñoquis" -como se denomina en Argentina a los trabajadores estatales "fantasma" que no aparecen por su puesto de trabajo hasta el día de pago.

El pasado 14 de marzo, Macri, que asumió el cargo el pasado diciembre tras 12 años de mandatos kirchneristas, cifró en "seis mil y pico" el número de empleados públicos despedidos desde que llegó a la Presidencia y argumentó que el criterio es que "en estos 10 años, entre las tantas mentiras que hubo, se ocultó el desempleo generando un trabajo estatal innecesario".

"Se crearon puestos que no tienen tareas. Y tampoco es justo para esas personas. Ese millón y pico de gente que entró al Estado en una importante proporción hoy sabe que va a un lugar donde no tiene tarea", afirmó en una entrevista en América Tv.

Según confirmó hoy a Efe CTA Capital, varias organizaciones sociales y de trabajadores están articulando una "acción común" que tendrá lugar en abril y que podría tratarse de un paro general.

ae

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