El histórico líder cubano Fidel Castro respondió ayer con duras críticas a la reciente visita a la isla del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señalando que su país no “necesita regalos” de su antiguo enemigo ideológico.

“No necesitamos que el imperio nos regale nada”, escribió Castro en su primera reacción pública a la visita de Obama, una “reflexión” publicada en el diario Granma bajo el título El hermano Obama, seis días después que el mandatario estadounidense cerrara su viaje a La Habana.

El ex presidente cubano recordó en el texto la enemistad de décadas entre Washington y La Habana y criticó el discurso que Obama pronunció en la isla apuntando a su propio “deber elemental” de responder.

“Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del presidente de Estados Unidos”, ironizó Castro en referencia a las palabras de reconciliación que Obama dirigió a los cubanos en La Habana.

“Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?”, se preguntó el histórico líder cubano.

Fidel Castro calificó directamente de “almibaradas” las palabras con las que el presidente estadounidense pedía “olvidar el pasado”. También reivindicó el papel de su gobierno en las luchas de independencia africanas, en las que se acusó a Washington de haber apoyado al régimen racista del apartheid en Sudáfrica.

“No sé qué tendrá que decir ahora Obama sobre esta historia. Ignoro qué sabía o no, aunque es muy dudoso que no supiera absolutamente nada”, consideró el octogenario ex presidente cubano.

Castro respondió criticando incluso que Obama no mencionara a las poblaciones indígenas en su conciliador discurso en La Habana. “Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama”, apostilló Castro. “Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo”, finalizó Fidel Castro. El acercamiento entre Washington y La Habana ha generado en los últimos 15 meses un gran interés entre empresas estadounidenses por ingresar al mercado cubano, castigado desde hace décadas por una crisis económica crónica.

Su respuesta muestra el impacto de la visita de Obama. La Casa Blanca reaccionó con tranquilidad a la “reflexión” de Castro. El hecho de que el ex líder cubano sienta la necesidad de responder de esa manera muestra el “impacto significativo de la visita de Obama a Cuba”, dijo el portavoz Josh Earnest en Washington. “El tipo de diálogo que el presidente Obama fue capaz de plantear en el contexto de su visita es el tipo de conversación que no hubiera sido posible si no hacía el viaje”, agregó.

John Kirby, portavoz del Departamento de Estado, reconoció que “nadie esperaba” que el restablecimiento de las relaciones entre EU y Cuba fuese a ser “lineal, fácil o rápido”. “Hemos reconocido que hay diferencias, los derechos humanos son una de ellas (...). Pero creemos que el modo de solucionarlas es teniendo diálogo”, agregó.

En tanto, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que Obama, “se resistió” la semana pasada a fotografiarse con el brazo en alto de la mano de Raúl Castro, debido al grado de desacuerdo que persiste en varias áreas de la relación.

Google News

Noticias según tus intereses