Damasco.— Las fuerzas del gobierno sirio recapturaron la antigua ciudad de Palmira ayer, apuntándose una importante victoria sobre el Estado Islámico (EI) después de que éste impuso un reinado de terror de 10 meses en la región.

La ciudad es famosa por sus ruinas de 2 mil años que atraían a decenas de miles de visitantes cada año antes de que los yihadistas destruyeran muchos de sus monumentos. La extensión de la devastación sigue sin conocerse.

Las fuerzas gubernamentales fueron respaldadas por milicias libanesas y bombardeos rusos. El EI ahora enfrenta presión desde diferentes frentes mientras las fuerzas terrestres kurdas avanzan a su territorio en el norte de Siria y las fuerzas del gobierno cuentan con un nuevo camino hacia su capital de facto, Al-Raqqa, y Deir al-Zour.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, felicitó por teléfono a su homólogo sirio, Bashar al-Assad, quien aseguró que la estrategia de sus tropas es más efectiva que la de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.

En Irak, las fuerzas del gobierno respaldadas por Estados Unidos e Irán se preparan para una ofensiva terrestre con el fin de retomar la ciudad de Mosul.

Entretanto, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que al menos 646 personas fallecieron el mes pasado bajo la tregua en el país árabe.

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