Tildados por el régimen comunista de Cuba de ser mercenarios pagados por Estados Unidos para servir al anticastrismo de Florida, 13 disidentes cubanos se entrevistaron ayer en la embajada estadounidense en esta capital con el presidente Barack Obama, quien les alabó por su “valentía”.

Obama admitió que en asuntos de la disidencia, que opera en la semiclandestinidad porque el Partido Comunista es el único legal en un país sin multipartidismo, “seguimos teniendo muchas diferencias con el gobierno de Cuba”, informó la Casa Blanca.

“Quiero agradecer a todos los que han venido aquí. A menudo se requiere mucha valentía para hacer activismo en Cuba”, añadió. “Hay personas aquí que han estado detenidas, algunas en el pasado, otras muy recientemente”, recordó.

“Parte de nuestra política con respecto a Cuba es que no podemos reunirnos solamente con el presidente [Raúl] Castro o tener únicamente relaciones de gobierno a gobierno. Tenemos que poder escuchar directamente al pueblo cubano y asegurarnos de que tenga una voz”, afirmó.

Aunque los opositores aducen que hay 89 presos políticos, Castro alegó el lunes, en rueda de prensa con Obama, que es falso que en Cuba haya reos de conciencia.

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