El gobierno sirio anunció ayer su participación en el diálogo de paz en Ginebra con la oposición, a partir de mañana, aunque estableció como “línea roja” la figura del presidente Bashar al-Assad. “Vamos a ir a Ginebra para lograr el éxito de las negociaciones, aunque esto no depende de nosotros, sino de las otras partes que van a asistir”, dijo Walid al Mualem, ministro sirio de Exteriores.

En una rueda de prensa, advirtió que las autoridades no dialogarán con nadie “que hable de la presidencia, porque Bashar al-Assad es una línea roja”. La marcha del presidente sirio es una de las principales reivindicaciones de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CNS), la principal alianza opositora. Hace tres días, el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, fijó para el 14 de marzo el inicio de “conversaciones sustantivas”.

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