Madrid.— Dos trabajadores de Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina, desmontaron ayer toda su defensa al acusarlo de controlar todo en la empresa Nóos y de haber contratado empleados ficticios con el objetivo de pagar menos dinero a Hacienda, durante el juicio que se sigue en su contra.

En esta macrocausa han sido imputados varios miembros del gobernante Partido Popular (PP) y al cuñado del rey Felipe VI (que es también jefe del Estado) se le acusa de los delitos de prevaricación, malversación, fraude, estafa, blanqueo, tráfico de influencias, falsedad documental y delito fiscal por haberse apropiado de más de 6 millones de euros de empresas públicas y privadas y de gobiernos autonómicos, aprovechándose de su condición de yerno del rey y ex jefe de Estado, Juan Carlos. Por este caso, el fiscal pide 19 años de prisión para Urdangarin, mientras la acusación popular pide ocho años para la infanta como cómplice por dos delitos fiscales cometidos por su marido.

El asesor contable del Instituto Nóos, Luis Tejeiro, y Carlos Medina, un trabajador del bufete que llevaba la contabilidad de las empresas de Urdangarin, reconocieron ante el juez que el yerno del rey Juan Carlos y su socio, Diego Torres, tenían empleados fantasma para lograr ventajas fiscales. E incluso ambos contaron haber sido contratados como empleados ficticios por los dos acusados. En el caso de Medina, dijo que pese a ser uno de esos empleados, contratado para varias empresas de Torres y de Urdangarín, nunca prestó servicios para ninguna de ellas, aunque tenía una nómina de 300 euros mensuales que nunca cobró.

En su declaración, que se realizó por videoconferencia, reconoció que se lo pidió Marco Antonio Tejeiro (cuñado de Diego Torres y contable de Nóos) “como un favor personal y con quien tenía una pequeña amistad”.

Precisamente el propio Marco Antonio Tejeiro fue la persona a la que Urdangarin acusó de ser el responsable de todo lo que tenía que ver con la facturación de sus empresas. Además, Luis Tejeiro explicó que se emitían cheques en blanco con el importe de los supuestos salarios y luego ellos dos los cobraban en metálico. “Diego Torres lo controlaba todo hasta el último céntimo y luego él y Urdangarin se llevaban el dinero que cobraban a sus sociedades”.

En ese sentido, el director del equipo ciclista Illes Balears-Banesto, Juan Carlos Molinero, coincidió con ellos al señalar que Urdangarin y Torres controlaban todo en su empresa. “El funcionamiento era muy claro: hay dos jefes por los que pasa todo y luego estamos los trabajadores que no tenemos capacidad para decidir ni fijar precios ni nada”, aseguró contradiciendo las versiones tanto de Torres como de Urdangarin, quienes descargaron en él las responsabilidades. Con respecto a si la Casa del Rey controlaba todas las acciones de la empresa Nóos, tal y como Urdangarin y Torres aseguraron durante el juicio, Luis Tejeiro negó que eso fuera cierto. Según la acusación, Urdangarin y la infanta Cristina ingresaron millonarias cantidades de dinero que recibieron por contratos firmados cuyos servicios muchas veces no se llevaron a cabo.

Desde que hace unas semanas comenzara el juicio ya han prestado declaración 17 acusados.

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