La elección presidencial en Taiwán dio inicio el sábado, y al parecer el pro chino Partido Nacionalista perderá poder ante la oposición pro independentista entre preocupaciones de que la economía de la isla esté bajo amenaza de China y una oposición amplia entre votantes a las exigencias de Beijing de una unificación política.

Tsai Ing-wen, candidata del Partido Progresista Democrático, está abocada a convertirse en la primera presidenta de la isla autónoma, regresando al poder al principal partido de oposición después de ocho años bajo el presidente nacionalista Ma Ying-jeou, quien está impedido constitucionalmente para buscar otro período en el cargo.

El resultado de la contienda por una mayoría en la Legislatura de 133 escaños sigue siendo incierto, con independentistas y partidos más pequeños representando una amenaza tanto a nacionalistas como al PPD.

Una victoria de Tsai introduciría nueva incertidumbre en la complicada relación entre Taiwán y la parte continental de China, la cual reclama que la isla es parte de su territorio y amenaza con utilizar la fuerza si ésta declara su independencia de manera formal.

"Esto no se trata de derrotar al otro partido. Esto se trata de trabajar para superar los obstáculos en el camino de Taiwán", dijo Tsai a partidarios reunidos bajo la lluvia durante un acto de campaña la noche del viernes frente al edificio de la oficina presidencial en el centro de la capital, Taipéi.

Tsai prometió mantener el estatus quo de independencia de facto de la isla de 23 millones de habitantes.

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