Enrique Márquez, el hispano que compró los dos rifles usados en el atentado de San Bernardino, California, fue acusado ayer formalmente de conspiración para suministrar apoyo material a terroristas, indicó en un comunicado el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Márquez, quien fue detenido ayer por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) por su relación con el atentado de San Bernardino, que causó 14 muertos el pasado día 2, también fue acusado de compra ilegal de armas y fraude migratorio, por lo que las autoridades calificaron de “matrimonio falso” con una pariente de Syed Farook, coautor, junto con su esposa Tashfeen Malik, de dicho ataque.

Amigo del estadounidense Syed Farook, Márquez está acusado de conspiración por su papel en la planificación de dos ataques terroristas en suelo estadounidense en 2011 y 2012 que, aunque no llegaron a perpetrarse, afectaron “profundamente al condado de San Bernardino, el sur de California y Estados Unidos, dado que las armas compradas por él [Márquez] fueron usadas para matar a 14 personas inocentes y herir a muchas otras”, dijo en un comunicado la fiscal del distrito central de California, Eileen M. Decker.

Los investigadores no hallaron evidencias de que Márquez participara en o tuviera conocimiento previo del ataque de San Bernardino. El hispano compró dos rifles que fueron usados en la masacre y previamente había adquirido material explosivo que luego fue usado para elaborar una bomba casera hallada en el centro para discapacitados de San Bernardino objeto del ataque. Lo hizo para evitar que el nombre de Farook quedara registrado.

Según los investigadores, Márquez conoció a Farook en Riverside (California), donde eran vecinos, y en torno a 2007 se convirtió al islam.

Ayer mismo, el presidente de EU, Barack Obama, descartó que haya una “amenaza creíble” contra el país en la temporada navideña, aunque los parques Disney anunció un refuerzo en la seguridad de sus parques temáticos.

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