El presidente de la conferencia internacional del clima que se celebra en París (COP21), Laurent Fabius, presentó ayer un nuevo borrador de acuerdo, al tiempo que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos negocian para encontrar una solución legal de forma que el acuerdo climático que surja de la cumbre obligue a los países a cumplir sus objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y permita, a la vez, eludir al Senado estadounidense.

“Todos somos conscientes de que el compromiso nos exige olvidar la solución ideal para todos, a fin de poder lograr lo que es deseable para todos”, destacó Fabius.

Entre los puntos más controvertidos están las ayudas económicas a países con menores recursos, la distribución justa de las obligaciones entre todos los Estados a nivel mundial y el aumento de las metas climáticas. El nuevo debate tuvo lugar en la última noche previa al cierre de la cumbre, hoy. “Es como un maratón. Los últimos metros son los más difíciles”, comentó Fabius.

En este contexto, fuentes diplomáticas cercanas a las negociaciones explicaron a EFE que EU y la UE —que el miércoles desvelaron que forman parte de una “alianza de alta ambición” para presionar frente a países como China o India, que buscan un acuerdo de mínimos— están ultimando una fórmula para obligar a las naciones a respetar sus compromisos.

La idea es que las contribuciones nacionales previstas no sean legalmente vinculantes, pero sí de obligado cumplimiento, un matiz que permitiría a Estados Unidos aprobar el texto sin tener que pasar por el aval del Senado.

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