Las autoridades de Mali buscaban ayer al menos a tres sospechosos del ataque perpetrado el viernes por presuntos yihadistas contra el hotel Radisson Blu, en Bamako, en el que murieron 19 rehenes y dos asaltantes.

Las investigaciones continuaban en curso para localizar a los sospechosos en fuga, mientras la capital maliense se mantenía en alerta, luego de que el gobierno declarara el estado de emergencia durante 10 días. Varias tiendas y restaurantes que se encuentran en el perímetro del lujoso hotel Radisson Blu permanecieron cerrados ayer, mientras las fuerzas de Mali han establecido cordones de seguridad alrededor del establecimiento.

En las otras zonas de la capital hubo poco movimiento y una fuerte presencia de patrullas de seguridad malienses, así como de las fuerzas de la Misión de la ONU en Mali (MINUSMA).

Los ciudadanos de Mali expresaron su indignación por el ataque y pidieron a las autoridades que redoblen la vigilancia y las medidas de seguridad. “Es una catástrofe para nosotros, el ataque hace huir a nuestros clientes. Sin estabilidad no podemos avanzar”, dijo a EFE Mamadu Diop, gerente de un restaurante en Bamako.

“No podemos afirmar con seguridad quién cometió el ataque. La investigación está en marcha”, dijo el ministro de Seguridad Interior, Salif Traore, en una rueda de prensa en Bamako.

Dos grupos islamistas ligados a la red terrorista de Al-Qaeda se han responsabilizado del ataque. El gobierno de Francia señaló como autor al argelino Mokhtar Belmokhtar, un veterano de Al-Qaeda que está considerado el líder de la red terrorista en el norte de África.

El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, llamó a los ciudadanos malienses a “no bajar la guardia”. Tras una visita al Radisson y al hospital Gabriel Touré, donde están ingresados los heridos, Keita condenó el ataque, cuyos autores “decidieron romper con la humanidad”, lamentó. “Estas personas han atacado París y ahora otros lugares. Ningún lugar queda excluido”, dijo Keita.

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