Las fuerzas de seguridad de Mali buscaban a "más de tres" sospechosos después de un audaz asalto contra un hotel de lujo en la capital en el que murieron 20 personas, además de dos atacantes, indicó el sábado un comandante del ejército.

Los malienses se despertaron el sábado en un país en estado de emergencia, tras el impactante asalto del viernes contra el hotel Radisson Blu de la capital, Bamako, reivindicado por un grupo extremista liderado por el conocido miliciano argelino Moktar Belmoktar. El comunicado de Al-Mourabitounes (Los Centinelas) recogido por Al-Jazeera también mencionó coordinación con el "Emirato Sáhara" de Al Qaeda.

"La búsqueda ha comenzado y puedo decirles que estamos buscando a más de tres personas en este momento", dijo el mayor Modibo Nama Traore.

El presidente de Mali, Boubacar Keita, estableció 10 días de estado de emergencia a partir del viernes por la noche. El lunes comenzarán tres días de luto oficial con banderas a media asta, añadió.

Keita asistía a una cumbre sobre seguridad en Chad el viernes, pero regresó a Mali y celebró una reunión de emergencia con su gabinete.

Según fuentes de seguridad, los efectivos malienses han desplegado todas las medidas para encontrar a los sospechosos implicados en el ataque que, según el presidente Keita, causó la muerte de 19 personas y de dos asaltantes.

Keita subrayó que también se registraron siete heridos en el ataque perpetrado ayer por presuntos yihadistas contra el hotel Radisson Blu, donde 170 personas de diferentes nacionalidades, fueron retenidas como rehenes antes de su liberación.

El presidente deploró "el pesado balance" y aseveró que el "terror no va a triunfar" en el discurso de Keita emitido anoche.

Horas antes, fuentes de la Misión de la ONU en Mali (MINUSMA) y otras fuentes diplomáticas hablaron de 27 muertos entre los rehenes y 13 presuntos yihadistas abatidos.

Las investigaciones, llevadas a cabo por las autoridades malienses apoyadas por una red internacional de efectivos de la Misión de la ONU en Mali y de Francia, entre otros, no descartan la existencia de cómplices de los asaltantes que actuaron desde dentro del hotel donde se produjo el ataque, sin precisar si podrían ser entre clientes o trabajadores del establecimiento.

El norte de Mali es inestable desde que cayó ante separatistas tuaregs y extremistas islámicos tras un golpe militar de 2012. Pese a una intervención militar dirigida por Francia en 2013 que expulsó a los extremistas de las ciudades, los ataques han continuado y este año se han extendido hacia el sur, incluido un ataque en marzo contra un restaurante de Bamako popular entre los extranjeros.

Antes incluso de que terminara el ataque del viernes, algunos altos cargos señalaron la necesidad de que se estrechen las medidas de seguridad y la vigilancia.

"Hoy tenemos una emergencia. Estos terroristas son una amenaza global que debemos afrontar de forma global", dijo el legislador Amadou Thiam, vicepresidente del parlamento de Mali. "Nuestro gobierno tiene que introducir sistemas más estrictos de identificación e información para que podamos rastrear a todo el mundo".

Los asaltantes del viernes, que iban fuertemente armados, capturaron a decenas de rehenes en el hotel, popular entre los extranjeros, lo que dio pie a más de siete horas de asedio de las tropas malienses respaldadas por fuerzas especiales estadounidenses y francesas.

jlc

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