La onda expansiva de los atentados terroristas en París ha conseguido resucitar en Estados Unidos una batería de iniciativas de ley para regular y permitir el acceso de las agencias de inteligencia a las aplicaciones y los servicios encriptados de los llamados teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras.

La amenaza de un posible atentado en EU, tras la demostración de fuerza del Estado Islámico en París y Beirut, afecta a compañías como Google y Apple que se han resistido a una mayor intromisión de las agencias de inteligencia en los sistemas de comunicación encriptados ante la protesta de los usuarios en todo el mundo.

“Seamos francos, hay compañías que con el fin de obtener beneficio crean aplicaciones que hacen la vida más fácil para los terroristas y más difícil para las agencias de inteligencia y los cuerpos policiales”, criticó ayer el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

Al frente de estas iniciativas, el senador por Arkansas y veterano de Afganistán, Tom Cotton, quien ayer mismo presentó una iniciativa de ley que retrasaría en más de un año la fecha límite para el programa de espionaje y monitoreo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).

Este programa, que recaba de forma masiva metadata de llamadas de teléfonos y tráfico de información a través de internet, vence a la medianoche del próximo 29 de noviembre. El programa secreto de espionaje masivo (conocido como el apartado 215) había operado durante una década, hasta que el ex analista de la CIA, Edward Snowden, lo puso al descubierto.

La legislación impulsada por Cotton, y respaldada por otros senadores como Marco Rubio, además de retrasar la fecha de caducidad de este programa, haría permanentes otras dos partes de la Ley Patriota que proporcionan la autoridad para vigilar a los denominados “lobos solitarios” que se han convertido en la principal amenaza terrorista en EU.

“Vamos a realizar audiencias para impulsar iniciativas en este sentido porque las cosas no pueden seguir como están”, aseguró el senador por Arizona, John McCain, que preside el comité senatorial de servicios armados.

El director de la CIA, John Brennan, hizo esta semana una defensa de los programas de espionaje masivo para tratar de contener la amenaza del EI, que ha jurado atacar objetivos en EU.

La presión a favor de garantizar acceso a los sistemas encriptados ha sido duramente criticada por organizaciones defensoras de las libertades civiles y por medios como The New York Times que ayer cuestionó el oportunismo de políticos y responsables de las agencias de inteligencia, como Brennan.

En medio de este debate, expertos en la lucha antiterrorista reconocieron el dilema que siempre trae consigo el tratar de encontrar un equilibrio entre el derecho a la privacidad y la necesidad de garantizar la seguridad de millones.

“Es uno de los debates más complejos porque las nuevas aplicaciones en teléfonos inteligentes o en tabletas y computadoras han eliminado la puerta trasera que permitía a la NSA monitorear las comunicaciones de todo el mundo, pero en particular de ciertos sospechosos de querer atentar contra EU”, dijo Thomas Sanderson, experto en temas de terrorismo del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).

Google News

Noticias según tus intereses