Washington.— En un intento por contener el rechazo y condena desatados tras el bombardeo de Estados Unidos contra un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Afganistán, el presidente Barack Obama se vio ayer obligado a disculparse públicamente por ese trágico error y prometió una investigación exhaustiva y transparente del incidente que causó la muerte de 22 personas, el sábado.

Según confirmó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, durante una conversación telefónica con la presidenta de MSF, la doctora Joanne Liu, Obama reconoció que el ataque fue una equivocación y ofreció mantener los canales de comunicación abiertos para discutir los resultados de la investigación que lleva a cabo el Departamento de Defensa. Además, se comprometió a estudiar las “reformas” que sean necesarias para que este tipo de “tragedias” sean “menos probables” en el futuro.

Sin embargo, MSF insistió en la necesidad de que se cree una comisión internacional independiente que vigile el resultado de las tres investigaciones en curso. “Hoy decimos basta. Hasta las guerras tienen reglas”, aseguró Liu, quien dijo que el ataque contra el hospital en Afganistán “ha traído la pérdida del mayor número de vidas para nuestra organización.

“No podemos depender sólo de la investigación que conducen EU y la OTAN”, consideró la máxima responsable de MSF.

Para la creación de una comisión internacional, se requiere que un Estado eleve la petición al amparo de la Convención de Ginebra.

El Departamento de Defensa realiza una investigación de este incidente que discurre de forma paralela a la que realiza la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el gobierno afgano. Ayer mismo, el secretario de Defensa de EU, Ashton Carter, insistió en que esta investigación “será transparente y exhaustiva y se exigirán responsabilidades a quienes se hayan comportado de forma poco profesional o inapropiada”.

Menos comedido se mostró el senador por Arizona y presidente del Comité senatorial de Servicios Armados, John McCain, quien señaló que “nadie fuera de EU tiene el derecho a investigar este incidente” que ya está en manos de los investigadores del Departamento de Defensa y la OTAN.

“Estados Unidos no tiene que ser investigado por nadie”, enfatizó.

Esta cerrazón de McCain contrastaba ayer con la indignación de los representantes de MSF que durante una rueda de prensa ante medios de todo el mundo no sólo insistieron en que EU podría haber cometido un “crimen de guerra”, sino que además nunca informó a los responsables del hospital en Kunduz sobre la inminencia del ataque.

“Nosotros nunca recibimos ninguna notificación por adelantado del ataque”, aseguró Jason Cone, director ejecutivo de MSF, al insistir por ello en la necesidad de crear una comisión internacional que esclarezca y delimite responsabilidades por el bombardeo en el que murió personal de la organización, además de pacientes, y que dejó al menos 40 heridos.

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