Tropas turcas entraron hoy a Irak durante una persecución de rebeldes kurdos, después de que 13 soldados murieron en la oriental provincia de Igdir, en un nuevo ataque atribuido al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) .

Equipos de las fuerzas especiales de la Gendarmería y el Ejército se adentraron en territorio iraquí a través de un cruce fronterizo durante una persecución para capturar a varios rebeldes, luego del ataque que la milicia kurda presuntamente lanzó contra soldados.

Un funcionario turco dijo que la decisión de violar la frontera iraquí e ingresar por tierra al vecino país era "una medida de corto plazo para evitar que los terroristas escapen", según un reporte de la edición digital del diario turco Milliyet.

Fuentes militares, citadas por la publicación, destacaron que los guardias especiales realizaron una "persecución en caliente" de los rebeldes kurdos, quienes son los sospechosos de hacer estallar la bomba en la provincia oriental de Igdir al paso de un vehículo policial.

La detonación provocó la muerte inmediata de 12 soldados que escoltaban a un grupo de funcionarios aduaneros a un puesto fronterizo con Armenia, y uno más cuando recibía atención médica en un hospital, según un reporte de la agencia oficial de noticias Anadolu.

Varios funcionarios más y otros dos militares resultaron heridos en el incidente, registrado luego de que aviones de combate de la Fuerza Aérea turca bombardearon durante la madrugada de este martes posiciones del proscrito PKK en el norte de Irak.

Fuentes de seguridad turcas informaron esta mañana que más de 50 aviones participaron durante seis horas en ataques lanzados entre las 20:00 horas GMT del lunes y las 02:00 GMT de hoy contra los kurdos en territorio iraquí, en los que murieron unos 35 o 40 terroristas.

Anadolu destacó en su reporte que durante la ofensiva aérea participaron aviones de combates F-16 y F-18, los cuales destruyeron al menos 20 objetivos del PKK en el norte de Irak.

El ataque es el segundo que el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) lanza contra un convoy militar, luego de la emboscada ocurrida el domingo pasado en la localidad de Daglica, en la provincia de Hakkari, fronteriza con Irak, en el que murieron 16 soldados.

El ataque fue el más grave desde mediados de julio pasado, cuando se declaró el fin de la tregua pactada por más de dos años entre el gobierno de Turquía y los rebeldes, que desde hace más de un mes efectúan casi diariamente ataques mortales contra soldados y policías turcos.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, condenó la víspera en una conferencia de prensa las acciones ofensivas kurdas y afirmó que su gobierno acabará con los terroristas y limpiará el país de ellos sin importar el precio que se tenga que pagar.

"Estas montañas se limpiarán de los terroristas pase lo que pase. Van a ser limpiadas las montañas, llanuras, mesetas y ciudades de este país. No habrá más terroristas" , subrayó Davutoglu.

ahd

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