La hermosa aunque ruidosa París, con sus elegantes edificios antiguos ennegrecidos por el humo de los escapes, se quedó sin autos durante un día.

La alcaldesa Anne Hidalgo presidió el domingo el "día sin auto", dos meses antes de que la capital francesa acoja una cumbre global sobre cambio climático.

La iniciativa simbólica tiene como objetivo mostrar que la contaminación del aire provocada por los automóviles —una importante fuente de contaminación en París— debe reducirse en todo el mundo y que las capitales tienen que adoptar medidas concretas para reducir su huella de carbono.

Los alcaldes de Sao Paulo, Bruselas y Bristol están en París para el inicio de la jornada en la popular avenida de los Campos Elíseos.

La calle, habitualmente atestada de autos, no es la única zona a donde los coches no pudieron circular. Los vehículos, incluyendo bicicletas con motor, estuvieron vetados también en un cuarto de la capital y se recomendó "encarecidamente" no usarlos en el resto.

Aquellos que salieron a la carretera debían respetar un límite de velocidad de 20 kilómetros por hora y con la policía vigilando.

Autobuses, ambulancias, coches de policía, cambiones de bomberos y taxis estaban exentos de esta norma.

París ya ha intentado reducir los niveles de contaminación introduciendo bicicletas de alquiler, habilitando sendas ciclistas y adoptando una flota de vehículos eléctricos para residentes que incite a los conductores a dejar sus autos en casa.

jlc

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