La Habana.— Eusebio Secundino Valdés vive de la Iglesia. Desde hace nueve años se encarga de la limpieza, en esta ciudad, de la parroquia San Francisco de Asís, personaje que, recuerda, fue en quien pensó para ponerse como nombre en su papado Jorge Mario Bergoglio.

Secundino explica, parado junto a una labrada puerta de madera de este inmueble, que terminó de construirse en 1633 y llegó a ser sede de misioneros franciscanos, que se refugió en esta iglesia desde niño. Abandonado por sus padres en la calle, siendo muy pequeño, vivió como huérfano. Pero su deseo de estudiar lo impulsó a ir a la escuela, hasta convertirse en profesor de Educación Física.

“Ya no me gustó ser profesor de Educación Física, así que decidí dejar esa actividad y me vine a trabajar a San Francisco de Asís. Aquí me gusta. Me encargo de limpiar todo: el piso, las bancas, el altar, todo y tengo para comer y vivir bien”. Eugenio, hoy de 65 años, insiste en que es 100% católico y manifiesta su oposición a la santería. Sostiene que Dios lo ha acompañado siempre, pese a los momentos difíciles que ha vivido.

De la llegada del papa Francisco, afirma: “Será una buena visita, va a resolver muchas cosas, principalmente cosas de las iglesias. Ayudará mucho, porque la gente luego no ve que hay muchas carencias y la visita del Papa ayudará a cambiar algo las cosas, por eso lo esperamos con muchas ganas, como la otra vez de Juan Pablo II y la otra del otro Papa”.

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