El rey saudí, Salman bin Abdelaziz, visitó hoy la Gran Mezquita de La Meca para comprobar sobre el terreno las consecuencias del accidente acontecido la víspera, cuando la caída de una grúa causó más de cien muertos.

Durante su visita el monarca trató con responsables locales las causas del accidente y los posibles daños provocados en el templo, el más sagrado del islám, según un comunicado de la agencia oficial saudí SPA.

Salman señaló que una vez concluidas las investigaciones se darán a conocer los resultados y expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos.

Además, se dirigió al hospital de La Meca para ver a algunos de los heridos en el accidente, entre ellos extranjeros procedentes de Turquía, Afganistán y Egipto.

Según las últimas cifras de la Defensa civil saudí, al menos 107 personas murieron y 238 resultaron heridas por el derrumbe de la grúa, debido al fuerte temporal de lluvia y viento que azota la zona.

La grúa que causó la masacre al romper el techo y traspasar al interior de la mezquita era empleada en las obras que se llevan a cabo para restaurar y ampliar el recinto desde hace cuatro años.

Con la ampliación el recinto pasará de ocupar una superficie de 350 mil metros cuadrados a 750 mil, de forma que pueda aumentar su capacidad para acoger a cerca de tres millones de fieles.

La "Mezquita Sagrada" o "Masyed al Haram" en árabe es el primer lugar santo del islám y es considerada la más grande del mundo.

El accidente tuvo lugar cuando La Meca se prepara para acoger la peregrinación o "hach" , que es uno de los cinco pilares del islám, junto a la "shahada"  (profesión de fe) , la limosna, la oración, y el ayuno en el mes de Ramadán.

Arabia Saudí continuó hoy con los preparativos para celebrar la peregrinación musulmana y adoptó nuevas medidas para que no se repita un accidente como el de ayer, que incluyen el despliegue de más de 10 mil agentes.

ahd

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