Un juez de San Francisco (EU) prevé decidir hoy si hay pruebas suficientes para iniciar un juicio contra Juan Francisco López Sánchez, un mexicano indocumentado sospechoso de asesinato y cuyo caso ha avivado el ya caldeado debate migratorio en Estados Unidos.

Sánchez es sospechoso del asesinato de la joven de 32 años Kathryn Steinle, que murió a principios de julio mientras paseaba por el puerto de San Francisco a raíz de una herida de bala.

Sánchez confesó a la Policía haber disparado el arma que causó la muerte de Steinle pero sostiene que fue un accidente.

Andy Smith, un experto en balística de la Policía de San Francisco, señaló este miércoles, en las audiencias preliminares para decidir si se emprende un juicio contra Sánchez, que la bala pudo haber rebotado en otra superficie antes de provocar la muerte de Steinle.

Esa teoría validaría la versión de que se trató de un incidente no intencionado.

El forense de San Francisco, Michael Hunter, sostiene también que la herida provocada por el impacto de bala, de forma rectangular en lugar de la típica herida en forma oval, sugiere que la bala rebotó en otra superficie antes de provocar la muerte de Steinle.

Por el contrario, el inspector de Policía de San Francisco, John Evans, asegura que la bala se desplazó en una trayectoria recta, lo que implicaría que Sánchez estaba apuntando el arma en la dirección de la víctima.

Sánchez asegura haber encontrado el arma envuelta en una camiseta debajo de un banco en el puerto de San Francisco.

El arma pertenecía a un guardabosque de la Oficina de Administración de Tierras, que denunció el robo de la pistola de su coche el pasado mes de junio en San Francisco.

El abogado de Sánchez, Matt González, señaló que invitará hoy a declarar a un experto en armas para que testifique sobre disparos accidentales con la pistola que usó su cliente.

Sánchez está en el punto de mira de organizaciones y políticos que reclaman el fin de las "ciudades santuario" y que atribuyen a los indocumentados un aumento del crimen, mientras grupos defensores de los inmigrantes piden que se evite generalizar por "casos aislados" .

Precisamente, el caso de Sánchez tomó relevancia luego de que el aspirante a la candidatura republicana por la Presidencia de Estados Unidos Donald Trump haya arremetido contra las "ciudades santuario" aprovechando la muerte de la joven Kate Steinle.

Sánchez, de 45 años, fue deportado en cinco ocasiones. Los funcionarios de inmigración querían volver a expulsarlo cuando fue liberado de una prisión de Francisco pese a una orden federal que solicitaba su deportación.

ahd

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