Dicen que no hay que juzgar a un libro por su portada, y es cierto.

Tony Moroney de 50 años pasó los últimos cinco años pidiendo dinero con una lata en las calles de Australia con un propósito: recaudar fondos para donarlos a una organización que ofrece apoyo a niños con enfermedades del corazón.

El australiano usaba su cuerpo tatuado en un 90 por ciento para conseguir dinero, pues muchos solicitaban una foto con él. Sin embargo, muchos otros lo rechazaron por su apariencia.

Aún así, pudo recaudar 100 dólares para la fundación. Lamentablemente, a pocos meses de iniciar con su misión, Tony desarrolló un problema  de corazón, pero a él no le importa: "Los niños de los que estamos hablando, no han tenido la oportunidad de crecer. Yo he tenido una vida", afirmó.}

Consulta el gráfico animado aquí

Google News

Noticias según tus intereses